»Capítulo 75«

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Capítulo dedicado a todxs aquellos que leen otra historia en mi perfil. Los tqm c:

Diez de febrero de 2024.

Cedric Harkins Strange sabía que era un día especial. La noche anterior se había dormido temprano, por lo cual, ahora estaba listo para despertarse temprano sin necesidad de una alarma. A las seis de la mañana, tomó sus pantuflas, corrió con sigilo hacia la habitación de sus padres y se precipitó a entrar cuidadosamente para lograr su objetivo.

Cuando se aproximó al costado en donde su padre le daba la espalda, se agachó, anduvo con cuidado y después tocó suavemente el hombro de él.

No quería decir algo, ni siquiera quería hablar porque sabría que alguien se estaría despertando y eso arruinaría todo. Por lo cual, esperó un largo rato, esperando a que pudiera reaccionar. Así fue que Stephen se quejó en bajo, se removió tras dejar de pasarle el brazo a Evangeline y se giró por completo, restregándose la mano en el rostro para finalmente conseguir abrir sus ojos.

Su hijo le hizo la señal de que guardara silencio, así que le tomó el brazo, lo jaló un poco y después Stephen consiguió saber a lo que se refería.

-Mamá... -dijo entre labios y con un siseo tan bajo que su padre miró de reojo a su novia, así que asintió.

Se movió con cuidado, luego se alzó con cuidado, evitando despertar a Evangeline. De esa forma, finalmente tomó a Cedric en sus brazos para salir del lugar.

Cuando bajaron las escaleras, encaminándose a la cocina del Sanctum Sanctorum, Cedric ladeó la cabeza y se precipitó a hablar en bajo.

-Hay que hacer el pastel, papá. Es el cumpleaños de mamá.

-Lo sé, Cedric. Vamos, hay que hacerlo antes de que despierte -movió la mano, apareciendo la capa de levitación-. Capa te ayudará a servir la leche y la harina, ¿está bien? Yo me encargo del horno.

Dejó a su hijo sobre un banquito cerca de la isla, así que la capa aprovechó para tomar al niño y alzarlo con cautela en la alacena. Cuando consiguió lo que necesitaba, finalmente Cedric tomó la harina y la sirvió con cuidado mientras la capa se cercioraba de buscar la leche en el refrigerador.

Cedric se encargó de ir a buscar los huevos, luego capa la vainilla y cuando Stephen se giró, observó que su hijo ya estaba agregando todo con cuidado, dejando entonces su única oportunidad de alzar la mano para elevar el cuenco. El pequeño rubio dejó el globo de cocina, por poco se cae de espaldas y finalmente su padre lo sostiene cuando logra mover la muñeca.

-Vuelo mucho -suelta una risa juguetona, así que Stephen se encamina, le toma el brazo y finalmente lo carga mientras mueve la muñeca para que el globo por sí solo haga el trabajo de mezclar todo-. ¿Puedo decorarlo con chispitas?

-Si, claro. Y mira, hay que ir a buscar flores.

-Oquirdeas. Orquídeas -se corrige a sí mismo el niño y después sacude su cabeza mientras se restriega el dedo en su nariz-. Son las favoritas de mami.

-Bien. Oye, ¿y de casualidad sabes algo más de esas flores?

-Son simétricas, hay muchos tamaños que varían incluso de cien kilos, sus olores hasta pueden ser de canela, pimienta o de carne podrida -arruga su nariz y aquello provoca que su padre suelte una risita-. Ah, y... -se lleva el dedo al labio, dejando esa expresión pensativa durante unos segundos- creo que hay una en forma de abejita.

-¿De abeja? -Cedric hace un sonido de afirmación-. Vaya, tendré que dejarte elegir la que más te llame la atención. Después de todo, eres el experto profesional en orquídeas de ahora en adelante.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora