𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]

»Capítulo 23«

~E V A N G E L I N E~

Veinte de octubre de 2014.

—¿Precios de rebaja?

—Oh, sólo los de la sección suspenso y terror. Ya sabes, por la temporada de Halloween —expresó la señora Peterson con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿Halloween? —pregunté y entonces comencé a examinar las extrañas decoraciones de colores púrpuras, anaranjados y negros.

—De donde vienes casi no lo celebran, ¿cierto?

—No, en realidad, jamás lo había escuchado —confesé y entonces ella me sonrió.

—Oh, bueno, es un día de asustar, disfrazarse y pedir caramelos. La mayoría son niños, tal vez Douglas salga este año —explicó ella y entonces pensé en el menor de los Harkins.

—¿Cuándo es ese Halloween? —pregunté empezando a darle un vistazo a la sección en donde había rebajas. Tal vez terminando el turno podría comprar uno con el dinero que he estado ahorrando.

—Es el treinta y uno. Podrías también disfrazarte si gustas.

¿Disfrazarme? Uní las cejas y después cuando estaba a punto de responderle, el tono de mi celular se escuchó y lo extraje de mi bolsillo.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro de inmediato y no tardé en contestar la llamada.

—Hola, creí que estabas en el hospital.

—Sigo en él, en realidad. Sólo estoy en una especie de...descanso por así decirlo.

—¿Quisieras explicarme? —me empecé a alejar del escritorio para empezar a andar por los pasillos de los grandes estantes.

—Cirugía de cinco horas. Trasplante de médula.

—¿Salió con éxito? —me mordí la lengua y luego la chasquee—. Ni siquiera debería haberlo preguntado, ¿verdad?

Escuché su embriagadora risa del otro lado de la línea.

—Me halaga que digas eso. Pero basta de mí, mejor dime qué haces.

—Algo mucho más fácil como organizar libros en secciones, es todo.

—¿Llevas mucho en la biblioteca?

—Unas horas. Llevo un rato ayudando a la señora Peterson con algo de decoraciones sobre Halloween.

—¿Qué harás ese día?

—¿Sabes algo? Es la primera vez que lo escucho y ni siquiera sé qué haré.

—Es probable que Douglas salga y quiera que vayas con él.

—Necesito buscar información de eso.

—Adelante, alimenta esa mente brillante que tienes.

—A veces puedes ser un exagerado, ¿lo sabes? —me detuve y no tardé en recargarme en el estante más cercano, cruzando mi brazo en mi pecho.

—No contigo, sólo es la verdad, Eva. En quince minutos salgo.

—Eso suena bien —manifesté mordiéndome el labio al percatarme de a dónde quería llegar.

—Pronto será nuestra última cita semanal —al escucharlo decir eso, apreté los labios y después miré el pasillo que estaba totalmente vacío.

—Si, eso es verdad. No te he agradecido por haberme ayudado a agendar con el doctor Walsh.

—Lo hice con gusto, sabes que sí. No te vayas, ¿de acuerdo?