»Capítulo 45«

657 51 29
                                    

Diez de agosto de 2017.

Querida Evie:

¿Cómo has estado? Mamá se ganó un reconocimiento y un cheque, ¿no te lo dije? Participó en la feria de Rye, logrando que su pastel de zanahoria volviera locos a todos. ¡Es que es muy delicioso, yo siempre lo supe! Con ese dinero pudimos ir a Rhode Island con Bruno y Sherlyn.

Comimos mariscos, aunque no me gustaron las ostras, saben asqueroso. Después llevamos a Libby al zoológico. Le tiene miedo a las cebras, eso es extraño.

Espero pronto puedas visitarnos, mamá habla mucho de ti y dice que le encanta decirle a la gente sobre nuestra "exótica" prima extranjera.

Ojalá puedas estar en mi cumpleaños número trece. Sé que aún faltan muchos meses, pero me gustaría saber si será posible.

Te quiere, Dougie.

PD: ¿Es verdad que te uniste a una secta?

Evangeline sonrió de oreja a oreja al terminar de leer la carta de Douglas Harkins.

Apenas lo hizo, no pasó mucho tiempo para que se acomodara en su silla y precisamente se apresurara a responderle para después mañana mismo a primera hora, enviarla.

Mas unos nudillos golpeando su puerta la hicieron parar y no tardó en encaminarse hasta abrir la puerta.

Y allí estaba él, con esa sonrisa encantadora que le contagió. Stephen besó su mejilla, se adentró al lugar como si fuera su propia habitación y entonces divisó lo que estaba realizando.

—¿Vas a enviarla pronto?

—Mañana mismo —respondió la castaña—. ¿Alguien te envía a ti cartas?

—Es muy anticuado, la verdad —confesó el hombre, sentándose en la silla en donde ella había estado hace unos segundos.

—Bueno, eso sí que me ofendió —expuso la mujer, indignada falsamente.

—¿Has intentado con los e-mails?

—¿Hablas de esas cosas que se envían con una computadora? —preguntó, puesto que aún era un poco lenta con la variedad de cosas que había en la computadora o el internet.

—Precisamente. Es fácil y ahorras mucho tiempo.

—No me molesta escribir —reveló, acompañado de un leve encogimiento de hombros—. Lo veo como algo relajante. Además, va mucho de la mano con la lectura, así que adoro eso.

—¿Y sabes qué es lo que yo adoro? —preguntó Stephen, atrapando la cintura de ella con sus dedos y luego jalándola con delicadeza hasta él.

—¿Tengo una idea de ello?

—Quizá.

—¿Sabes algo?

—Antes de que sigas —la interrumpió el hombre, ajustando sus dedos entre sí detrás de la espalda baja de la mujer e inclinándose para rozar con su nariz el contorno de su mandíbula—. Debo responderte.

—¿Y por qué?

—Porque es importante —expuso—. Así que, para que lo sepas, Eva... —hizo una breve pausa, subiendo hasta encontrar la comisura de ella y girándole la cabeza con un dedo en el mentón para que conectaran sus miradas—. Tú eres lo que más adoro.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora