𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]

»Capítulo 59«

Treinta y uno de diciembre de 2017.

—¿Ya está el jamón?

—¿Tenía que vigilarlo? —preguntó con inocencia Dougie y entonces Marian miró fijamente a su hijo menor.

La pelirroja se llevó las manos a la cintura y entonces miró con los ojos entrecerrados al casi preadolescente.

—Douglas Harkins, más te vale que...

—¡Sólo bromeo! —alegó él y entonces giró para dejar un momento los platos en el comedor—. Bruno lo sacó antes para que no se secara.

—Bien, un pendiente menos —comentó Marian y luego miró de reojo a Libby correr con esa forma de "pingüino" que había dicho Bruno que tenía y entonces la escuchó llamarla.

—¡Uela! —expresó la pequeña de casi dos años y entonces la pelirroja se inclinó.

—¿Qué pasa, nena? ¿Quieres algo?

La niña extendió sus brazos a Dougie y él sonrió, tomándola con cuidado en brazos y después Olivia sólo se precipitó a señalar la bandeja con fresas y delicias de postre que había preparado su abuela.

Era algo común que en la fiesta para poder darle la bienvenida a Año Nuevo, los Harkins se reunían y la pasaban juntos mientras la pasaban bien. Sin embargo, las cosas habían cambiado y ahora mismo tenían a Sherlyn, a Libby caminando por toda la casa, corriendo y riendo, además de Anthony y a Lincoln junto con Tabatha a la vez que Bruno acomodaba algunas cosas en la mesa de centro de la sala de estar.

Y luego estaba Evangeline, a quien tenían presente en su mente, pero que aún pedían quizá pronto volver a ver después de que se haya cumplido más de un mes y medio en que no tenían noticias de la mujer que, Dougie, consideró colocar como nombre el de "La mujer de las estrellas". 

Bruno estaba orgulloso de todo lo que se le había ocurrido y después de pensarlo, se había quedado el apodo.

—¿Cuánto falta? —preguntó Lincoln viendo su reloj, pero confundido porque no alcanzaba a verlo con claridad debido a que olvidaba el acostumbrarse a usar gafas para leer.

—Aún como una quince minutos —comentó Sherlyn y después giró a ver a su novio—. ¿No habían invitado al señor Strange?

—Si, fui al... —Bruno hizo una pausa mientras movía el brazo para expresarse corporalmente, pero no pudo y continuó— al edificio en donde vive y me abrió la puerta un hombre que se presentó como Wong. Dijo que le daría el recado.

—Bien, excelente —expuso Sherlyn y luego Marian entró corriendo, expresando que había olvidado las decoraciones en su habitación.

Libby corrió detrás suyo y quiso subir las escaleras, pero Dougie no se lo permitió y la distrajo con los juguetes que estaban en los pies de Anthony, quien ya estaba cabeceando y parecía cansado luego de haberse desvelado un día antes ayudando a Marian a preparar los postres para aquella noche.

Mientras la familia Harkins esperaba el año nuevo, en el santuario de Nueva York de la calle Bleecker, Wong se encaminaba para ir a buscar a su compañero y reciente amigo con el cual ahora mismo debería ver que todo estuviera en orden antes de irse a dormir. No era común que en Karma-Taj hubiera personas que celebraran este festejo, por lo cual, tan sólo decidió encaminarse para darle un último vistazo.

Y entonces se encontró al hechicero supremo, sentado enfrente del ventanal, casi quieto por completo, pero su suspiro provocó que Wong tuviera una idea de lo que le sucedía, así que, de ese modo, finalmente tomó la decisión de avisar su llegada.

—Creí que tenías una cena a la cual llegar.

Stephen elevó la vista, dejó de ver algo que cuidaba en sus manos y entonces sólo llenó sus pulmones de oxígeno antes de responder.