»Capítulo 54«

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Capítulo dedicado a AnaGisMendozaNT

—¿Estás bien?

Evangeline asintió, así que de inmediato entraron al santuario, ella se quitó el abrigo que Stephen le prestó y lo colgó con cuidado.

—Me duelen los pies —confesó la castaña y soltó una risita mientras se quitaba los tacones que traía puestos. 

—¿Demasiado? —preguntó él, encaminándose hasta ella mientras le rodeaba la cintura por detrás y se inclinaba para besarle la mejilla. Le envolvió la espalda con su cuerpo y entonces comenzó a balancearse con la castaña.

—Un poco —comentó Evangeline.

—Ah, bueno, me veré en la tarea de que estés mucho más cómoda —al exponer esas palabras, él la tomó en brazos y de respuesta obtuvo una risa de parte de su novia.

Abrió otro portal y por fin sólo se precipitó a entrar junto con él hasta que Stephen atrapó los labios de la castaña y poco a poco la dejó bajar de sus brazos.

Apenas se separaron, por unos segundos, Evangeline contuvo la respiración y luego suspiró lentamente, lo cual llamó la atención del hechicero supremo.

—Por favor, no mientas y digas que está todo bien —expuso él y entonces la mujer no se salvó de ello.

Quedó atrapada, por lo cual, presionó los labios y después comenzó a quitarle el abrigo a él, sin dejar de enfocar su mirada en el cuello de Stephen.

—No es algo que pienso seguidamente —afirmó y el hechicero hizo un sonido de afirmación—. Sólo hoy por...varios motivos.

—Puedes ser clara, Eva —apenas terminó de decir eso, tan sólo se apresuró a agregar—. ¿Pasó algo en la fiesta?

—¿Qué piensas de...? —después de un largo rato evitándolo, alzó los ojos y los ajustó en aquella mirada heterocromática—. ¿De los niños?

—¿Niños? —repitió con un tono de asombro.

Finalmente la genuina reacción fue capaz para que Evangeline se diera cuenta de que lo tomó por sorpresa el que soltara aquello.

—En general —añadió ella.

—¿Esto es una clase de pregunta de prueba para...?

—No, no estoy embarazada —comentó Evangeline, así que él resopló a la vez en que se removía en su lugar.

—Bien, de acuerdo... Eh, si, los niños son... —hizo un gesto para pensarlo mejor y después siguió—. Son agradables hasta cierto punto.

—¿Algo más?

—¿Graciosos?

—Stephen... —dijo su nombre con cierto suspiro entremezclado.

—Bien, no lo sé —confesó y luego abrazó por la cintura a Evangeline, colocándola entre el hueco de sus brazos y su cuerpo—. No es algo en lo que pienso.

—¿Jamás?

—Sólo de joven. La presión fue un detonante más que nada de eso —expuso el hombre.

—¿Entonces no te gustan?

—No los odio, no, pero...no son mi área especializada —dijo y luego añadió—. Si hubiera sido así, sería pediatra, no neurocirujano.

Evangeline asintió, pero después lo pensó mejor y al final Stephen le preguntó si ella lo había considerado.

La mujer tan sólo lo pensó un rato y luego simplemente se encogió de hombros.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora