1990.
Cada mañana despertaba observando la cortina de su habitación. No obstante, la imagen cambiaba cuando la mujer recorría estas y el brillante sol abrasador se mostraba con un cálido resplandor en su rostro.
—Arriba, arriba, Evie.
Se tallaba los ojos, mirando manchas diminutas mientras recorría el lugar y repentinamente se detenía sobre el rostro con aquella contagiosa sonrisa agradable y entusiasta.
—No —manifestaba con una irregular voz aguda aún somnolienta.
—Vamos, cariño, es hora de despertar. El sol salió y el desayuno te espera en la mesa, Evie.
Aquello fue la oportunidad de la mujer para tomar el borde de las sábanas y de golpe jaló para descubrir el diminuto cuerpo hecho ovillo de la niña.
—¡Evangeline, debes levantarte! —exclamó entre risas observando que la pequeña escondía su cabecilla debajo de la almohada y apenas se notaban los mechones chocolate de la infante—. ¡Evie, arriba!
—¿Hay panqueques? —preguntó debajo de la almohada.
—¿Tú qué crees?
Entonces salió de su escondite, esbozando una sonrisa de oreja a oreja y luego se sentaba sobre el colchón, mirando a la mujer que alzaba sus comisuras enternecida de la reacción de la niña.
—¡Si, panqueques! —gritó con emoción y comenzó a saltar, bajando de golpe de la cama y corriendo descalza por el suelo de madera—. ¡Quiero panqueques!
—Iré a servirte, espérame —contestó la mujer y rió entre dientes mientras seguía a la pequeña.
Justo cuando entró en el comedor, observó a la chiquilla sentada en una de las sillas, mientras que el hombre le entregaba un plato con el desayuno y la veía de reojo.
—Gracias, Isaac —dijo Evie y después el hombre miró a la niña.
—¿Quieres que le ponga fresas y miel, cariño?
—Si, por favor —y extendió su plato. La mujer se sentó al lado de Evie, observando la alegría que irradiaba por cada poro de su piel—. ¿Puedes desayunar conmigo, Aubrey? ¿Por favor?
Aubrey le tomó el brazo, apretándolo con suavidad y arrugó su nariz juguetonamente.
—Claro que si, Evie. Isaac, ¿podrías...?
—Te sirvo, amor —dijo besándole la sien a su esposa y después Aubrey miró con ternura al hombre de su vida.
Mientras todos se disponían a desayunar (sólo los ellos tres), repentinamente una puerta de las habitaciones se escuchó abrirse y luego el retumbar de los tacones aproximándose hasta donde estaban.
Aubrey limpiaba la boca de la pequeña cuando, de pronto, alzó la vista y se encontró con la mujer de traje que tenía la vista puesta sobre una libreta en donde escribía una variedad de cosas relacionadas a su trabajo.
—Hola, buenos días. ¿Quieres desayunar, Becca?
—Buen día. No, creo que... sólo tomaré café —decía distante apuntando algo en la libreta.
—¡Mami, están deliciosos! Isaac dice que con fresas es mejor y es verdad —manifestó la niña con emoción mientras movía las piernas que se balanceaban en el aire.
—Si, mi amor, son muy deliciosos —y le sacudía los cabellos con una caricia fría y poco cercana. Tan sólo un simple roce casi como si aquella acción quemara la mano de la mujer.
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𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]
FanfictionPortada elaborada por @GhostPepper- Evangeline no sabe dónde está. Está asustada, confundida e impaciente. Tan sólo un accidente la llevó a estar en blanco y mallugada. Sin embargo, antes de caer en la perdición de todo, el par de ojos heterocromáti...