𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]

»Capítulo 50«

Capítulo dedicado a peter123losamo

Evangeline intentó forcejear, pero en cuanto el seguidor de Kaecilius le tomó el cuello y la lanzó escaleras abajo, rodando y sofocándose, finalmente giró la cabeza, notando cómo Stephen se removía en el suelo y se retorcía del dolor.

-Stephen...

-Eva... -se empezó a levantar, intentando con todas sus fuerzas el poder lograrlo. Cuando pudo, se tambaleó, tomó a la mujer con cuidado y entonces la ayudó a que pudiera mantenerse en pie.

Ella se horrorizó en el instante en que vislumbró la cantidad de sangre que brotaba de la herida de Stephen y sólo volvió a sentir que el pánico volvía a su pecho.

-No, no, no...

-Estaré bien -dijo con un tono adolorido él-. Vete, por favor.

Evangeline negó, pero él la empujó e hizo que caminara, al tiempo en que caía unos segundos y por último la castaña no tuvo más remedio que intentar alejarse, pero por más que se emprendía en hacerlo, por el rabillo del ojo divisaba al seguidor acercándose hacia Stephen, quien cayó al suelo y comenzó a gatear para seguir alejándose de este. No obstante, en el momento en que el seguidor se acercó lo suficiente, listo para atacar, la capa de levitación salió volando, atacándolo de repente.

Este retrocedió con la capa envuelta en el rostro, así que aquella fue la oportunidad para quitarle el anillo al sujeto y Stephen no tardó en tomarlo, apresurándose a abrir un portal mientras respiraba agitadamente y generó que Evangeline estuviera luchando con mantenerse en pie, tiritando mientras el hombre le guiaba con un movimiento de cabeza que entrara rápido al portal. Ella obedeció, así que cuando estuvo en este, por fin trastabilló y se golpeó contra una cantidad de productos de limpieza.

-Eva, Eva, arriba -decía él con cansancio mientras Evangeline se recobraba y tomaba una bocanada de aire, mirando directamente al ex médico y observando cómo luchaba contra el dolor.

La mujer negó, le tomó por el brazo, se lo pasó por el cuello y comenzó a andar hasta la puerta, saliendo y observando el conocido pasillo del hospital en donde alguna vez inició todo esto. Las palabras se le quedaban atoradas en la garganta, pero entonces luchó contra ello y miró de reojo a Stephen, dejando todo de lado y enfocándose en él.

-¿Puedo ayudarlos, se encuentran bien? -preguntó una doctora, aproximándose a ambos.

-La doctora Palmer -expresó Evangeline-. ¿Dónde está?

-Señorita, él necesita...

-¡¿Dónde está?! -gritó la castaña, perdiendo los estribos.

-Con las enfermeras -manifestó como respuesta la médica y entonces sólo giró, tomando con cuidado a Strange y comenzando a ir a buscarla de inmediato.

-¡Christine Palmer! -gritaba con todas sus fuerzas, su voz se iba desgarrando, sintiendo el peso del cuerpo de Stephen que se inclinaba al ir perdiendo fuerzas-. ¡Christine! Stephen, aguanta, por favor, por favor.

-Eva... -respiraba con dificultad y entonces Stephen se detuvo, casi cayendo de rodillas y Evangeline se giró, tomándole el torso para intentar mantenerlo parado.

-No, no, ¡no, Stephen!

-¡¿Stephen?! -escuchó la conocida voz de la que alguna vez fue la pareja de Strange-. ¡No puede ser, ¿qué te...?!

-Hay que llevarlo a un quirófano, sólo tú, por favor -pidió Evangeline, al borde del llanto al ver cómo iba perdiendo fuerzas el ex médico-. ¡Ya, por favor, no le queda tiempo!