𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]

»Capítulo 67«

Al convencer al dios del trueno, el equipo conformado por Rocket, Hulk (Dr. Banner), Kerstin Maximoff y Evangeline Quill, finalmente regresaron al complejo de Los Vengadores para comenzar a organizar el plan que debían realizar para encontrar las gemas del infinito.

Ahora mismo, todos estaban reunidos en una sala de juntas en donde hablaban de lo que podría pasar.

—El cómo lo haremos funciona —se escuchó a Steve Rogers hablar—. Ahora hay que decidir el cuándo y el dónde. Casi todo el mundo aquí se ha encontrado con al menos una de las seis gemas del infinito.

—O cambien la palabra encontrar porque así mueren debido a una de las seis gemas del infinito —Tony no tardó en seguir con la explicación a todos los presentes que se encontraban en aquella sala.

—Pues yo no, pero ni siquiera sé de qué cosa están hablando —confesó Antman, llamando la atención de Evangeline, quien jamás lo había visto y llevaba menos de unas horas de conocerlo.

—Como sea. Hay suficientes partículas Pym para un viaje redondo cada uno y las gemas han estado en muchos lugares a lo largo de la historia —se unió Bruce en la pláctica.

—Nuestra historia —dijo Tony Stark—. Así que hay pocos puntos específicos para ir por varias, ¿si?

—Entonces hay que planear bien nuestros destinos —manifestó Hawkeye, cruzado de brazos en el marco de la puerta de cristal.

—Exacto —inhaló pesadamente Iron Man.

—Muy bien. Primero el Éter. Thor, cuéntanos —y todos, absolutamente todos, giraron a ver al dios del trueno, el cual estaba sentado en la esquina, con gafas oscuras y vestido con ese aspecto desaliñado.

—¿Está dormido? —preguntó Romanoff.

—No, no —comentó Rhodey—. Apuesto a que está muerto.

Sin embargo, lograron hacerlo "revivir" y en el holograma enfrente de todos los presentes se observó la llamada gema de la realidad.

—Hum, ¿dónde empiezo? —al comenzar con esas palabras, Thor se llevó la mano a las gafas, se las quitó y luego continuó—. El éter. De hecho no es una gema, antes alguien la llamó gema... —señaló a Steve Rogers, pero este unió las cejas, confundido de lo que trataba de decir el dios del trueno—. Más bien es como una cosa viscosa enojada, así que... —inclinó la cabeza hacia atrás, colocándose gotas para los ojos mientras proseguía—. Alguien tiene que corregir eso. Pero hay una gran historia...sobre el éter. Mi abuelo, muchos años tuvo que esconder la gema de los elfos oscuros —e hizo un sonido para asustar a los demás, lo cual causó que Evangeline volteara a ver a Kerstin y ambas compartieran cierta confusión ante aquel sonido de parte de Thor—. Seres aterradores; y Jane que, de hecho... —el holograma se movió y luego mostró una imagen de la doctora Jane Foster— aquí está. Es que Jane fue...un gran amor que tuve. Eh, ella metió la mano dentro de una roca una vez y...y entonces el éter se introdujo en ella y...se puso muy enferma, así que tuve...llevarla a Asgard, que es de donde vengo, y ahí tratamos de curarla —el único que al parecer estaba realmente fascinado de aquella historia/explicación parecía ser Antman, quien estaba concentrado con una sonrisa y sus ojos se concentraba sobre el dios rubio y obeso—. Yo salía en ese tiempo con ella y la llevé a que...conociera a mi...a mi madre... —soltó una risa, pero entonces su gesto fue reemplazado por una tristeza repentina que se transmitió en sus facciones— que murió y... —tomó aire y siguió— de hecho, Jane y yo ya ni...ni siquiera estamos juntos. Y a veces pasan estas cosas, nada es para siempre, lo único que... —Tony lo interrumpió, tomándolo del brazo y el dios le dijo que no había terminado aún—. Lo único que es permanente en la vida es la impermanencia —rio de repente.