𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]

»Capítulo 10«

Cuatro de julio de 2014.

-Iré al parque un rato.

-¿Sola? ¿Estarás bien? -preguntó Bruno y luego Evangeline asentó-. Es cuatro de julio.

-¿Es un día especial? -preguntó ella.

-Festivo. Toda la ciudad estará pintada de azul, blanco y rojo -explicó el mayor de los Harkins y luego observó un instante a la mujer-. ¿Estás segura de querer estar sola? ¿Ocurre algo?

-No, sólo el doctor Linton me recomendó salir a veces a caminar.

-¿Sabes la dirección? Tal vez pueda acom...

-No te preocupes, Bruno, estaré bien. Además, puedo llamarte para cualquier cosa -explicó Evangeline mientras alzaba su celular y luego el muchacho morocho asentaba como respuesta.

-Cuídate.

-Marian no sabe que...

-Tranquila, yo le aviso -y ambos se despidieron con la mano para después ella saliera de la casa y se apresurara a andar por la acera. Mientras lo hacía, por pura casualidad, Lincoln estaba saliendo en su auto y se empezó a acercar con su auto.

-¿Ibas a salir con tu enamorado?

Ella no tardó en girar para encontrarse a Perry, quien le esbozó una sonrisa de lado y luego Evangeline apretaba sus labios.

-Sólo iré a caminar.

-¿Ah, si? ¿Entonces me estás diciendo que irás a caminar con esos bonitos zapatos?

Evangeline bajó su mirada a sus pies y después volvió a levantar la mirada para encontrarse de nuevo con la sonrisa de Lincoln, el cual sólo ensanchó el gesto y le movió sus ojos. Esa era una clara señal, pero al parecer no pudo comprenderla la mujer.

-¿Quieres que te lleve? Ahorrarías dinero.

La mujer hizo una mueca, lo pensó un momento y luego se comenzó a acercar hasta poder abrir la puerta del copiloto. Se adentró al transporte y después Lincoln la miró de reojo.

-Te pusiste guapa por él.

-Cierra la boca, Perry -manifestó y aquello hizo reír al hombre.

Tal vez tenían poco tiempo de conocerse, pero al parecer la confianza entre los dos había crecido muchísimo y su amistad estaba en ascenso. Sin perder tiempo, Evangeline sólo miró cómo Lincoln manejaba y luego encendía la radio, dejando esta en una estación de música ochentera que era muy pegadiza.

Durante todo el trayecto en donde Lincoln le preguntó el lugar en donde se vería con el doctor, el hombre seguía todavía insistiendo en que ella le dijera al menos el nombre del enamorado.

-¿Al menos alguna pista? Sólo una pequeña, vamos.

-Adivinarías demasiado rápido.

-Soy pésimo para las adivinanzas, puedes preguntarle a mi hermana o a mi mamá.

-Ni siquiera las conozco -expresó ella con una risita.

-Bien, entonces te invito a conocerlas. Haremos una comida en agosto en mi casa. Seguimos buscando el día en que la haremos, pero igual te aviso cualquier cosa. Estás invitada y también los demás de la familia Harkins. Será informal y casual. Muy divertido. Lo hacemos cada año, es una

-¿En serio? -preguntó.

-Claro. Vamos, si dices que no seguiré insistiéndote en que me digas el nombre de tu enamorado -y torció su sonrisa mientras manejaba con cuidado por las calles de Manhattan.