»Capítulo 69«

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Capítulo dedicado a 

Los Harkins esperaban impacientemente la llegada de Evangeline. Después de que se fuera unos días atrás para ayudar a los Vengadores, Lincoln, en un momento dado, bromeó con Bruno sobre aquello.

—Apuesto a que eso de que fuera amiga de Stark la hará reír bastante cuando vuelva —Bruno no pudo evitar soltar una risa y entonces añadió con un suspiro—. ¿Quién lo hubiera pensado? Una vengadora.

—Una vengadora que, ahora mismo, debería estar... —pero, de pronto, casi de golpe, Douglas acalló al sentir que su celular vibraba y lo respondió al notar que se trataba de un número desconocido—. ¿Hola? —Bruno miró a su hermano menor y entonces los ojos se le llenaron de lágrimas al instante en que la otra voz en la línea telefónica habló—. ¿Mami?

Al mayor de los hermanos Harkins se le desorbitaron los ojos, así que, en el momento en que intentó aproximarse a Dougie, su celular sonó y observó claramente el nombre de la persona que consideraba su mejor amiga y el amor de su vida. Respondió de inmediato y habló en un siseo tan bajo debido al repentino quiebre de su voz.

—¿Sherlyn? —ella habló del otro lado, causando que su voz realmente fuera una armoniosa melodía tan satisfactoria—. ¿Amor, dónde estás? ¿Dónde se encuentran, estás en...? —escuchó con atención—. Okay, si, vamos para allá, por favor, dile a mi mamá y a Anthony que guarden la calma, nosotros...nosotros nos encargaremos —asintió involuntariamente y se limpió el rostro con la palma de su mano—. Oye, hum, Sherlyn...amor, te extrañé —y una media sonrisa se le dibujó, incapaz de poder ocultar la oleada de emoción que le vino encima. 

Al colgar la llamada, Lincoln fue testigo del entusiasmo que borboteaba y se expandía por el cuerpo de Douglas y Bruno. El menor de ambos soltó una risa, se lanzó a su hermano y Bruno le sacudió los cabellos, abrazándolo mientras le besaba los rizados mechones mientras cerraba sus ojos y repetía en voz baja las mismas palabras.

—Lo logró, ella lo logró. Evie, lo lograste, por Dios...

Se limpió como pudo las lágrimas, después Libby entró a la cocina y Lincoln no tardó en rodear la isla, encaminándose mientras avisaba que era hora de partir. Elaine, quien se encontraba con la bebé en el sofá, se alzó como pudo y se encargó de preguntar qué era lo que pasaba. 

—Te contaré todo en el viaje, cariño, es tiempo de irnos —tomó a su pequeña Roxy en brazos y luego Lincoln giró la cabeza, observando fijamente a su sobrino jugar con lo que parecía ser unos bloques de juguete de Roxanne—. Cedric, es hora de irnos, campeón.

—¿Adónde vamos? —preguntó mientras se alzaba y corría al lado de Lincoln, provocando que de pronto los ojos de Perry se iluminaran, pensando exactamente en una persona en específico que ahora mismo se encontraba con la madre del niño.

—Iremos a conocer a algunas personas, ¿okay? —Cedric asintió, tomó su pequeño abrigo del sofá y su tía Elaine lo tomó en brazos, encaminándose con Bruno con Libby en brazos y a Dougie cerrando la casa de inmediato.

En cuanto la última persona entró en uno de los dos autos que llevarían, finalmente arrancaron, encaminándose a la antigua residencia Harkins que, en estos momentos, estaba siendo rentada por una pareja que quizá se habría sorprendido con la repentina llegada de Marian Harkins, Sherlyn Jordan y Anthony Elsher.

Y mientras llegaban a la misma calle que reconocerían siempre, finalmente Bruno estacionó el auto y miró por la ventanilla, observando la silueta de las dos mujeres que había perdido en su vida. Los cabellos fogosos y rizados de su madre volaron en el aire, admirando claramente cómo las personas de ambos autos se iban bajando. A su lado, la mujer de cabellos azules que había desaparecido justo entre sus brazos, antes de por fin vislumbrar a su lado que su propia madre se aferraba a Anthony, intentando permanecer aún allí.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora