»Capítulo 28«

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~E V A N G E L I N E~

Veinticinco de marzo de 2015.

—Evie, ¿no probarás el tocino?

—Hoy no tengo ganas de, Dougie —hice la silla para atrás y me elevé, llamando la atención de Marian y de Bruno—. Debo ir a trabajar.

—Con cuidado, que tengas buen día —me dijo Marian y después me escabullí hasta tomar la bicicleta de Bruno.

Sin embargo, cuando intenté jalarla, esta se atoró contra el césped mojado y después al volver a intentar moverla, una gran cantidad de tierra se elevó y me manchó los zapatos.

Gruñí un momento, solté un bufido y luego me precipité a seguir mi rumbo.

—No parece ser un buen día —escuché a Lincoln comentar y lo observé moviéndose por la valla a la vez que Zeus ladraba cerca de él.

—Voy tarde, debo apurarme y...

—Bueno, mejor te llevo. Yo también voy tarde —movió su cabeza para invitarme y entonces dejé la bicicleta con un pesado suspiro exhalándose con brusquedad de mi boca.

—Te lo agradezco.

—No pasa nada. Anda, sube.

Y después de llegar a la entrada de las casas, me dirigí al auto y entré al mismo tiempo que él. Coloqué mi mochila en mi regazo y después miré por la ventana, esperando el momento en que conduciera.

Alrededor de un minuto, mientras él ya manejaba por las calles de Rye, escuché su voz.

—Luces cansada.

—No dormí bien en la noche —mentí, por lo cual sólo me encogí de hombros y aferré mi mochila en mi pecho.

—Esto no se trata algo de una sola noche, Evangeline, no debes mentirme.

—No miento —mantení mi postura.

—¿Si? Bueno, voltea y repítelo.

Pero entonces sentí que todo mi cuerpo se tensaba y luego no pude hacer lo que me pedía.

—Evangeline...

—No dormí bien.

—¿Te pasa algo?

—No —solté tajante.

Ni siquiera reconocía que podría usar ese tono. No era algo que hiciera, pero al parecer me salió demasiado natural.

—¿No vas a decirme? —silencio—. ¿Es algo que pasa contigo y Strange?

—No pasa nada con nosotros —balbucee recargando mi mentón en mi mano y sentí después que las lágrimas picaban en mis ojos—. Es eso.

—¿Qué? Pero, cuando llegó fuiste a verlo y...

—Y desde entonces sólo han sido llamadas y mensajes cortantes —giré y lo encaré por fin. Noté que sus ojos me examinaban con total cautela y me sentí intimidada durante unos momentos—. No nos hemos visto, intenté decirle algo y él sólo...

—¿Él sólo qué, Evangeline?

Me tragué el nudo en la garganta, sentí que las manos me tiritaban y luego me sentí realmente vacía, perdida y...

—Él sólo dice que está trabajando. Lo hace y le creo.

—No sonaste convencida con el creerle —comentó.

—Pero lo hago. Debo...debo hacerlo —sisee con la mirada perdida en la calle y entonces presioné los labios en una mueca que intentaba retener, pero me era imposible.

𝐅𝐚𝐥𝐥 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐔𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐞 [𝐃𝐫. 𝐒𝐭𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora