Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
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Las miradas de todos estaban fijos en mi mientras caminaba por el pasillo, la alfombra y los pétalos blancos crujiendo bajo la suela de mis tacones, el perfume dulce de las flores hace cosquillear mi nariz, y las luces del salón hacen relucir mi vestido, lanzando destellos sutiles que tornan la luz blanca en motas arcoíris.
Lo veo al avanzar, de pie frente a todos, mirándome con atención, sus labios rosados curvados en una sonrisa hermosa, sus ojos azules brillan, transmitiendo todo lo que siente, es como si pudiera verlo todo con suma claridad a través de las ventanas azules de su mirada.
Chris asiente un poco y acomoda su traje mientras mis pies me llevan hacia él, deslizándose con la melodía romántica como si fuese un grácil baile.
Mi corazón late con tanta fuerza que estoy segura que puede escucharlo cuando finalmente me detengo frente a él, su mano toma una de las mías y la acercan a su boca, donde deja un ligero beso, tan suave y sutil como una pluma caída.
Sonrío y apreto su mano, sacudiéndola un poco debido a mi nerviosismo; cosa que lo hace reír levemente, antes de soltarlo y alejarme hacia un costado, tomando mi posición como dama de honor justo cuando la música se torna lenta y las puertas dobles al final del pasillo se abren.
Un ángel delicado y hermoso, envuelto en un lleno vestido blanco se mantiene de pie tras las puertas, su cabello pelirrojo se curva en pequeños rizos, la mitad recogido y el resto suelto, cayendo suavemente sobre sus hombros descubiertos.
Lane extiende su mano para envolverla alrededor del brazo de su acompañante, el cual la sostiene cuando comienzan a avanzar a paso lento, como si el tiempo les perteneciera y quisieran degustar cada segundo posible.
Su vestido corte princesa le queda hermoso, envolviendo su pecho en un corsé con poca pedrería, trenzado con tul que cae por su cintura hasta el suelo, como una nube tornasolada, brillando y cambiando entre el azul y el rosa.
Es como un hermoso y elegante cisne, que avanza con todas las miradas fijas en ella sin la plena consciencia de su belleza.
Ella sonríe, sus labios curvados con ternura y nerviosismo, su mano envuelta en el tallo de su ramo de lirios y fresias, girando su mirada hacia papá; el cual le da un leve asentimiento antes de soltarla, dejando que de los pocos pasos que la separan de su futuro esposo.
Casi puedo sentir que el latido de mi corazón se detiene cuando Chris extiende su mano y toma la de ella, ayudándola a llegar a su lado.
Lane gira su cabeza y busca mi mirada, por lo que le sonrío, mi corazón cayendo en picada cuando asiento hacia mi hermana en aprobación y apoyo.
