Advertencia: Mucho pensamiento, poca conversación.
PIDO LOSIENTO
❄❄❄
Todos tenemos un día, un mes o un año que recordaremos siempre, porque fue el momento más feliz de nuestras vidas, o porque nos destrozó hasta dejarnos en pequeños pedazos que con el más mínimo roce se vuelve polvo.
El mío fue hace cuatro años, más específicamente el 22 de julio de 2017, una fecha que se quedaría marcada a fuego en mi mente y mi cuerpo, una fecha que incluso aunque lo intentara no podría olvidarla.
Iba en el auto con mis padres y mi prometido, acababa de terminar mi acto de graduación. Años de partirme la espalda estudiando, horas de sueño perdidas, presentando parciales en días de cumpleaños, finalmente había acabado, me había graduado, con honores debo admitir.
Fue una ceremonia sencilla, rodeada de todos mis compañeros y otros estudiantes que no conocía en lo absoluto, millones de fotos en el campus, y la solemne promesa en mi mente de no pisar ese lugar nunca más.
Cosa que no era igual para mis padres, ambos bromeaban sobre cómo volvería a la universidad, a trabajar porque los altos mandos no iban a ser tan estúpidos de dejar que una profesora joven, inteligente y guapísima; sus palabras, no mías, recién graduada se escurriera entre sus dedos.
Bromistas, sin remedio, pero mi prometido los apoyaba, eran este equipo unido para burlarse de mí, se amaban con locura, para mis padres Nathan era un hijo más, y yo pensaba que si el destino o la magia eran reales, ellas habían puesto a Nathan en mi camino, si mi vida romántica tenía un propósito era estar con él por el resto de mi vida.
Cuando lo conocí, no bromeo, me hizo creer en el destino, aunque un destino un poco doloroso.
Era octubre, había estado patinando con algunos amigos en una de estas pistas de patinaje en las que entrenan a profesionales, y haciendo un poco el tonto me resbalé, cayendo sobre mi pie, lo que llevo a mis amigos a una extraña desesperación mientras yo me reía con fuerza por la tontería.
La risa quedó bastante olvidada cuando llegamos al hospital y me pidieron que pusiera el pie en el suelo para saber si podía andar, la respuesta fue un alarido de dolor y gruesas lágrimas resbalando por mis mejillas.
Me llevaron a una sala de diagnóstico en la que entraron un doctor y dos estudiantes de medicina, los cuales se acercaron, evaluaron mi pie aún dentro de la bota de patinar y luego el doctor pidió para que los estudiantes quitaran la bota.
Uno de los chicos hizo un bufido cuando retiró mi bota y dijo algo como "¿Eso que huelo es queso?", lo cual me tuvo riendo a carcajadas porque mis pies no apestaban, incluso en ese momento en que el dolor era bastante agudo, reí hasta que me dolió el estómago.
ESTÁS LEYENDO
One Shot - Chris Evans
FanfictionPermíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans • Todos los derechos reservados. ▪︎ Queda prohibida la copia completa o parcial de esta obra. • Esta obra sólo está disponible en Wattpad. ▪︎ Si estás leyendo esta obra en alguna...