Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
• Todos los derechos reservados.
▪︎ Queda prohibida la copia completa o parcial de esta obra.
• Esta obra sólo está disponible en Wattpad.
▪︎ Si estás leyendo esta obra en alguna...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Quisiera saber cómo empezar esta carta, el problema es que no encuentro una frase que sea suficiente.
Hola, es muy mundano.
Querido Chris, muy cliché.
Mi amor, me lleva al pasado.
De igual forma creo que no podré encontrar las palabras para expresarme de manera correcta, ha pasado un año, e incluso así, aún no puedo encajar las piezas desperdigadas del rompecabezas que son mis pensamientos.
Y te juro que lo he pensado, día y noche a lo largo de todos estos meses, casi sin descanso.
Imaginé lo que te diría si volviera a verte, pero no lo recuerdo, solo sé que no eran palabras muy agradables, y tendrían a mis abuelos enloqueciendo sobre como una señorita no debería tener ese tipo de vocabulario.
Lo curioso es, que incluso cuando he olvidado todo lo que pensé en decirte si volvía a verte, no he olvidado todos los días que pasamos juntos.
Es como si cada noche de aquel agosto se hubiese aferrado a cada centímetro de mi cuerpo, afianzándose con enormes y fuertes raíces como el árbol en medio del campo de trigo, ese que mi abuela se rehúsa a que corten, ese en el que te vi por primera vez.
Llámame enamoradiza o infantil, pero supe desde ese momento que mi corazón latía por ti, solamente por ti.
🍁
El trigo raspa contra mis mejillas, no es suave como parece, es áspero y duro, y las largas hebras golpean mi piel dejando finas manchas rojizas en mis piernas desnudas, pero no me detengo.
Camino con seguridad, sujetando la cesta en mis manos, la suave brisa sacude mi cabello y puedo escuchar a los pájaros trinar en la distancia.
Cuando finalmente salgo de los altos campos quito mis sandalias para sentir el suave y verde césped que rodea al árbol, sus enormes raíces salen de la tierra, curvándose y retorciéndose, clavándose a sí mismo al lugar que le pertenece.
Las lámparas de papel que mis traviesos sobrinos colgaron hace un par de meses aún se mantienen casi intactas, balanceándose en la brisa, enredándose entre las hojas.
Rápidamente dejo la cesta en el suelo y saco la pequeña manta naranja, extendiéndola lo mejor que puedo antes de sentarme, doblando mis piernas para poder sacar las pocas cosas que traje para mi picnic solitario.
Me gusta esta pequeña tradición que tengo conmigo misma, una vez cada semana simplemente camino hacia el árbol, sentándome bajo su enorme sombra y me dedico a leer, pensar, escuchar realmente lo que yo tengo para decir, recordar las cosas de mi semana, encontrar si algo salió mal y plantearme objetivos para cambiarlo y evitar que suceda otra vez.
