Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
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La estridente música golpea en mis oídos como una fuerte bofetada en el rostro, me estremezco y las agresivas notas parecen hacer vibrar las paredes de mi habitación hasta que creo que van a quebrarse, los vidrios de las ventanas traquetean a un punto bastante molesto.
Ruedo en mi cama y cubro mi cabeza con la almohada esperando que logre amortiguar el sonido, pero no lo consigo. Grito con frustración. Estoy agotada y realmente quiero dormir, pero aquí estoy pasada la medianoche teniendo que soportar a mi molesto vecino de arriba con su horrible música y decenas de personas que gritan y cantan como si su vida dependiera de ello.
Había empezado como algo tranquilo, con blues bajo que resultó incluso relajante hasta que más personas comenzaron a llegar, podía oír sus pisadas en mi techo y de pronto no podía oírlos porque ni siquiera podía oír mis propios pensamientos.
Pateo las sábanas a un lado y golpeo mi almohada antes de levantarme, busco mi sujetador y una bata antes de calzar mis pantuflas y salir de mi departamento. Una rápida mirada alrededor me hace percibir diferentes grupos de personas que no parecen muy amistosas por lo que giro y cierro con seguro mi puerta.
Hay un par de personas sentados en las escaleras, algunos besándose, otros compartiendo un cigarrillo, y otros pareciendo tan borrachos que me preocuparía que se cayeran de los escalones si no estuviese tan cansada.
Subo evitando acercarme o tocarlos y hago mi camino a través de una marea de personas hasta llegar a la puerta de Mike Weiss.
No me molesto en tocar porque la puerta está abierta de par en par así que me deslizo dentro y el humo me golpea directamente en el rostro, parece como si hubiese entrado a otra dimensión. El fresco aire de afuera se transformó en algo viciado y sofocante que arde en mis pulmones cada vez que respiro, no puedo contar la cantidad de personas que hay a lo largo del salón, pero al menos la mayoría sostienen o vasos rojos o un rollito entre sus dedos que espero solo sea un cigarrillo normal, aunque por las miradas perdidas y cuerpos lánguidos creo que es más que eso.
Intento encontrar a Mike, pero parece que las personas continúan saliendo o entrando hasta que ni siquiera reconozco por dónde llegue, solo hay rostros, humo, calor y conversaciones perdidas entre caladas de cigarro.
Veo a una pareja tomar una calada antes de compartir un apasionado beso expulsando el humo en la boca del otro.
Hay una chica que sostiene dos cigarros en cada mano y parece estar comparándolos con ayuda de un grupo cercano.
Incluso veo a un chico que suelta el contenido de su vaso sobre el rostro de una chica que tiene la lengua afuera disfrutando de cada gota que escurre por sus mejillas.
Me deslizo entre la gente con el deseo de salir de esta especie de horno, pero acabo llegando a lo que imagino es la cocina y estoy completamente segura de que nadie está fumando solo cigarros.
