41 • Tiempo

7.9K 359 590
                                    

Yo no digo nada, namas miren su cuello, par favaaar!!! 🤤🤤

❄❄❄

Intento concentrarme en la película que se proyecta en el televisor, necesitaba relajarme y ver algo que me distrajera, por lo que Mean Girls sonaba como una buena idea

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Intento concentrarme en la película que se proyecta en el televisor, necesitaba relajarme y ver algo que me distrajera, por lo que Mean Girls sonaba como una buena idea.

Sin embargo, la maldad adolescente de Regina George no consigue que me quite de la cabeza los turbulentos pensamientos que se arremolinan sobre mí como una manta húmeda presionada contra mi rostro.

Las plásticas cantan su show vestidas con sus icónicas faldas de plástico y froto mis ojos que se han llenado de lágrimas rápidamente.

Meto en mi boca un gran bocado de ramen instantáneo justo cuando un sollozo hace sacudir mi pecho, toso para no ahogarme y regreso a mi plato lo que tenía en la boca, un enorme y apretado nudo fijándose en mi estómago quitándome el apetito.

Cubro mi rostro con mis manos y resoplo con fuerza mientras las lágrimas se desbordan bajando por mis mejillas empozándose en la palma de mis manos.

Los sollozos vibran en mi pecho y muerdo mi labio con fuerza, el dolor físico distrayéndome un poco del dolor que arde en mi pecho, como si halaran las fibras de mi corazón rasgándolo de mi interior.

Giro mi cabeza mirando con fijeza la pantalla del ordenador que descansa a mi lado en el sofá, las letras se desfiguran; borrosas ante mis lágrimas, e incluso así parecen burlarse de mí, golpeándome hasta que quiero tirarme al suelo en posición fetal.

"No podré llegar".

Nunca una frase tan simple pudo haberme destrozado tanto; y si hubiese sido la primera vez que ese email llegaba a mi bandeja de entrada, lo hubiese entendido.

Incluso a la segunda.

Pero no tantas veces que parece que solo me engañó a mí misma, mintiéndome al decirme que tengo un novio que me ama, un novio que fácilmente podría no existir.

Quisiera responder, la misma respuesta que he dado a lo largo de todos estos años, pero ya no podría obligarme a escribir el mismo mensaje otra vez, porque ya no lo entiendo, y quisiera tanto hacerlo pero simplemente ya no puedo.

Cierro lentamente la pantalla del ordenador y me acurruco en el sofá enrollándome en la calentita manta queriendo simplemente que esta me tragara hasta desaparecer.

La mañana llega con rapidez, en un pestañeo, la película terminó hace horas y mis lágrimas se secaron hace mucho, pero mis pensamientos siguen rebotando en las paredes de mi mente, rasgando mi cordura hasta sangrar.

Y para este momento, la dolorosa decisión se asienta como un peso invisible sobre mis hombros.

Me levanto del sofá arrastrando mis pies hacia la habitación en donde alisto mi equipaje, me tomo mi tiempo para doblar cada prenda de ropa; después de todo no es como si Ari fuese a llegar en cualquier momento cercano.

One Shot - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora