52 • Pastel

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Interrumpimos su programación habitual para invitarlos cordialmente a celebrar el cumpleaños del Dorito.

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*A huevo que acepto*

❄❄❄

—Amor, ¿ya terminaste?

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—Amor, ¿ya terminaste?

Asomo mi cabeza por la puerta entreabierta, lanzando un vistazo rápido por la habitación antes de fijar la mirada en Chris.

—¿Por qué susurras? —pregunta en un susurro, dándome una pequeña sonrisa de lado.

—Porque no sé si estás ocupado —respondo, manteniendo mi voz baja—... ¿estás ocupado?

Chris se ríe y empuja su silla hacia atrás; alejándose de la mesa y de su portátil, abre sus brazos hacia a mí y gira en su asiento.

—Nunca lo suficiente para ti —murmulla, casi puedo sentir como mis piernas temblar hasta casi derretirse.

Me acerco a él a paso rápido, una sonrisa juguetona baila en sus labios cuando sostiene mis caderas y tira de mi para sentarme en su regazo.

Sonrío y acaricio su mejilla suavemente; amando el tacto áspero de su barba y la suavidad de su piel. Él cierra sus ojos ante mi toque, presionando su mejilla contra la palma de mi mano antes de girar un poco y dejar un suave beso en esta.

—Pensé que estarías dormida —murmura, su aliento cosquilleando en mis labios haciéndome sonreír.

—No estoy cansada —respondo, desvío la mirada hacia sus labios y; sin poder resistirme, me acerco para dejar un rápido beso—, de hecho, quiero un pastel.

Chris se aparta un poco para darme una mirada confundida, su ceño se frunce levemente y sus labios se tuercen en una mueca un poco extraña.

—¿Un pastel? ¿A las diez de la noche? —pregunta confundido.

—Sí, ¿te gustaría ayudarme? —muerdo mi labio inferior mientras espero su respuesta, él solo niega con una sonrisa y me mira.

—Sabes que no puedo resistirme a tus pasteles —farfulla con una mueca.

—Entonces levántate y ayúdame —le insto y él hace una especie de sonidito/gruñido en la base de su garganta mientras se inclina hacia atrás en la silla—, incluso te dejare elegir el sabor.

—Estoy un poco cansado —intenta negarse, sin embargo, puedo ver en sus ojos como la idea de escoger el sabor del pastel cala en su mente y está dispuesto a aceptar.

—Bueno, está bien, iré sola —me levanto de su regazo y me alejo caminando lentamente hacia la salida—, solo Dodger me hará compañía, y únicamente con él compartiré el pastel... tú puedes ir a descansar, yo me iré, sola, tan sola...

One Shot - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora