40 • Y Te Amo

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¡Primer OS del año!

Es el número 40 😯

❄❄❄

Dejo el bol lleno de palomitas en el centro de la mesa baja y me tiro en el sofá con un suspiro tomando mi teléfono para checar las redes sociales y mis mensajes

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Dejo el bol lleno de palomitas en el centro de la mesa baja y me tiro en el sofá con un suspiro tomando mi teléfono para checar las redes sociales y mis mensajes.

—Hey, sexy —murmuro cuando una llamada de Chris interrumpe mi lectura de una pelea de comentarios bastante interesante.

—Abre la puerta, guapa —él suelta una risita y escucho el susurro de algunas bolsas plásticas.

Me levanto del sofá colgando la llamada y camino a la puerta, mi corazón late con fuerza en mi pecho cuando lo veo esperando en el pasillo, mirándome con una sonrisa y sosteniendo en alto la bolsa del supermercado.

Lo abrazo con rapidez y él me estrecha con fuerza, soltándome para entrar al departamento, prácticamente corriendo hacia el sofá dando saltos.

—¡Traje tus gomitas! —me muestra, sacando una gran bolsa de ositos de goma—, y prometo comerme los verdes.

—Eres un sol —le lanzo un beso y busco dos copas en la cocina cuando lo veo sacar una botella de vino tinto.

—Soy tu sol, sin mi tu vida sería oscura y fría —se burla tomando mi mano para lanzarme a su lado en el sofá haciéndome reír—, tomaré esto, gracias.

Su mano se envuelve alrededor de la mía para quitarme las copas y puedo sentir como si piel ardiera en llamas en donde su piel tiene contacto con la mía, puedo sentirlo incluso a través de la ropa.

Chris se estira y deja las copas en la mesa, tomando una de mis piernas para subirla a una de las suyas.

—Escoge la película, hermosa —sonrío tomando el control remoto que él me extiende sintiendo el calor aumentar en mi estómago.

Lo miro servir las dos copas casi hasta el tope y realmente no puedo comprender como puede ser tan increíble, haciendo incluso las cosas más sencillas, hace todo como si estuviese en una sesión de fotos y el sol necesitase su permiso para ocultarse.

—¿Que te gustaría ver? —le pregunto tomando la copa que me ofrece.

—No lo sé —suspira tirándose hacia atrás en el sofá, tomando un largo trago de su propia copa—, ¿qué tal Love Rosie?

—Mi favorita —farfullo enternecida y el asiente palmeando mi pierna—, bien, estoy de acuerdo.

Busco la película entre la selección y doy play, recostándome en el sofá preparada para disfrutar de Sam Claflin y Lily Collins.

Chris pasa su brazo sobre mis hombros por lo que me acurruco contra su cuerpo y él acaricia suavemente mi brazo haciendo que toda mi piel se erice.

One Shot - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora