81 • Pecados y Pecadores

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Parte III

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Mi gente... ustedes saben, ustedes comprenden que no importa lo que yo hiciera, esto suave no iba a quedar, así que tomen precauciones.

Por favor, vayan con cuidado les digo, y si se los digo es por algo.

Tambien el OS está bastante largo.

❄️❄️❄️

Mi cabeza palpita y la habitación gira un poco cuando abro los ojos

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Mi cabeza palpita y la habitación gira un poco cuando abro los ojos. Pestañeo varias veces intentando acostumbrarme a la luz del sol, pero vuelvo a cerrarlos cuando se vuelve demasiado brillante para mí.

Me giro suspirando y las mantas se enredan en mis piernas, froto mi rostro y siento un ligero escozor en mi piel junto con un bulto a un costado de mi cabeza el cual duele cuando lo presiono y envía un chispazo que incrementa mi dolor de cabeza.

Vuelvo a abrir los ojos y escaneo la habitación en la que me encuentro, mi habitación en la casa de Marie. Por la ventana el sol se encuentra en lo alto, tal vez es mediodía o poco después de este, y el calor húmedo se aferra a mi piel haciéndome sudar.

Me siento agotada y estoy dispuesta a caer dormida pero el recuerdo de Jill casi me hace saltar fuera de la cama, sintiéndome tambaleante cuando mis pies descalzos golpean el suelo, aunque eso no me detiene de salir de la habitación, dispuesta a buscar a mi amiga o respuestas sobre donde está.

El pasillo de las habitaciones está vacío y las puertas cerradas, todo se mantiene en silencio excepto por un murmullo lejano que se cuela por la puerta abierta de la habitación al final del pasillo.

Camino con cautela, siguiéndome por las voces, esperando que Marie esté ahí ya que estoy segura que ella sabrá todo.

—Quiero que mueran, todos ellos —no puedo evitar suspirar con alivio al reconocer la voz de Jill, aún se escucha rasposa y maltratada, pero me tranquiliza saber que ella está aquí—. Quiero ser yo la que los mate.

One Shot - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora