93 • Ari

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Especial Cumpleaños: 1/3
Posada Navideña

Holi!

Hoy estoy cansada pero feliz porque finalmente está llegando el día en el que el sol dió su vuelta a mi alrededor.

Mañana 11 es mi cumpleaños, y necesitaba celebrarlo nuevamente aqui con ustedes.

Asi que tenemos un especial cortito de tres dias seguidos!!

Y... un shot por cada "reservación" que lean jssjsjs.

❄️☃️❄️

En Seattle vagamente se empezaba a sentir el invierno cuando decidí tomar un largo vuelo hacia Baie-Saint-Paul en Canadá

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En Seattle vagamente se empezaba a sentir el invierno cuando decidí tomar un largo vuelo hacia Baie-Saint-Paul en Canadá. Lo que resultó en un viaje agotador; un ardor sordo en mi estómago por el hambre y un dolor de cabeza que martillea mis sienes.

Sin embargo, pese a la incomodidad me fue imposible no notar la impresionante belleza del pueblo, con sus casas coloridas llenas de luces y adornos; la suave música invernal sonando en cada esquina y el olor dulce del chocolate caliente y el amargor picante de la madera quemada.

Fue un trayecto corto en auto hasta la posada que me había enamorado desde que vi sus fotos, una enorme cabaña acogedora que ahora estaba cubierta por una gruesa capa de nieve. Desde el tejado caen hilos de luces de colores; las guirnaldas parecen intentar comerse las paredes de madera y los amplios ventanales por los que se ve la impresionante decoración dentro de la cabaña.

Bajo del taxi con una inevitable sonrisa, y le agradezco al conductor cuando me ayuda con mi equipaje, y no tardo mucho en entrar al calor de la posada.

—Buenos días.

—Buenos días y bienvenida, señorita —la amigable chica al otro lado del mostrador me sonríe—. ¿Tiene una reservación con nosotros?

—Así es —le sonrío extendiéndole el documento enviado a mi correo electrónico luego de haber llamado por la reservación.

—La suite Monroe es la mejor, en mi opinión —me confiesa guiñándome el ojo—. Tiene las mejores vistas, es íntima y acogedora. Cuando las luces de Navidad sean encendidas desde el balcón de la habitación se ve absolutamente mágico.

—Además tiene el jacuzzi en la terraza —ella asiente sonriente y toma mis documentos.

—Disculpen la interrupción —una voz gruesa a mi espalda me sobresalta—. ¿Dijeron la suite Monroe?

—Así es, señor —la señorita lo mira confundida.

—¿Hay más de una?

—Temo que no, señor.

Frunzo el ceño aún sin girarme, pero siento la cercanía del extraño, el calor de su cuerpo en mi espalda.

—Yo tengo una reservación para la suite Monroe —dice él antes de colocarse a mi lado y dejar un par de papeles en el mostrador.

One Shot - Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora