Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
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Que mejor que terminar el mes, y llegar al OS número 90 que celebrando a la reina de mi corazón, la dueña de mis quincenas, la diosa del drama, la mujer a la que le rezo.
A esta señora aquí le rezamos, la adoramos y la amamos con el corazón.
Feliz cumpleaños, amorcita!
❄️❄️❄️
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Hacer misiones solo nunca fue problema para el capitán Rogers, no todas las amenazas que sacuden la ciudad están al nivel de acción de todos los Vengadores así que todos tenían sus propias amenazas en las que cada uno de ellos funcionaban mejor.
Steve no tenía vergüenza alguna de admitir que sus amenazas a vencer requerían más de fuerza bruta, teniendo que enfrentarse a terroristas o grupos que amenacen la vida de los ciudadanos; trabajando de la mano con las organizaciones de seguridad local como policías o incluso el FBI.
Antes de que se convirtiera en el gran capitán Rogers siempre intentaba defender al indefenso, incluso cuando no tenía la fuerza para vencer.
Por eso su misión asignada le tenía un poco confundido, pero con Wanda y los demás dispersados en sus propias misiones, solo quedaba él para encargarse de una amenaza fuera de lo común.
Habían reportes de una mujer capturando grupos de personas, según decían parecían sumirse en un profundo sueño al escucharla, lo cual había aumentado las historias fantasmas sobre sirenas, hadas o brujas.
Mayormente Wanda seria quien se encargaría de esto, quien mejor que ella para enfrentarse a un enemigo capaz de manipular la mente de las personas, pero el capitán era el único disponible.
Su misión era clara, encontrar a la mujer para que fuese encarcelada.
Así que ahora se encontraba, deslizándose entre las sombras, sus pisadas silenciosas, su respiración pausada y calmada, sus oídos atentos a cualquier sonido externo, su mente ágil preparada para actuar en caso de ser necesario. Había sido entrenado para ser el mejor soldado, había sido entrenado para no ser vencido.
La última información que había recibido era la dirección de una vieja empresa de telefonía que parecía haberse congelado en años antiguos, llena de máquinas que habían quedado obsoletas con el paso del tiempo.
El soldado se adentró en la edificación a través de una pared derrumbada, dentro parte del techo había cedido y el olor a humedad hacia cosquillear su nariz. La escasa luz que entraba por las ventanas quebradas y los huecos en las paredes que delataban el abandono era muy escasa, al punto de solo ser capaz de distinguir las sombras de los objetos tirados, los cables amontonados y los equipos inservibles.
