Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
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Luego del especial de Jawilin necesitamos algo más tranqui (😏) y relajado (😏).
Y como ya siento la brisa de navidad entonces estoy bondadosa.
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Lanzo un silbido suave mientras veo a Chris entrar a casa en uniforme azul oscuro y su abrigo negro; el cual se quita y me permite ver un cinturón en su cadera con una funda para un arma, su cabello está despeinado y sus ojos un poco enrojecidos.
—Buenos días, oficial —saludo sonriente mordiendo suavemente el esponjoso panecillo de vainilla en mis manos.
Chris resopla pero un amago de una pequeña sonrisa se forma en sus labios, puedo ver el agotamiento de pasar toda la noche en el set haciendo pequeños estragos en su cuerpo.
Pasa las manos por su cabello y frota su rostro con fuerza intentado apartar un poco el cansancio mientras se acerca a mí.
Me aparto de la isla de la cocina abriendo mis brazos, suspirando cuando Chris me envuelve, sus fuertes brazos alrededor de mi cintura estrechándome con suavidad.
—Buenos días, amor —murmura dejando un beso en mi cuello, su voz ronca me hace estremecer y busco sus labios para atraparlos en un rápido beso, el cual rompo para dejar una hilera de besitos hasta el lóbulo de su oreja, y lo muerdo suavemente, sonriendo al escuchar su suspiro.
Lo abrazo sintiendo su cuerpo tenso, acaricio los cabellos de su nuca y bajo mis manos por su espalda amando como sus músculos reaccionan a mis caricias, como sus brazos me estrechan con más fuerza, y un pequeño pinchazo late en mi vientre por su cercanía.
Chris deja un suave y lento beso en mi mejilla y se aparta, alejándose unos pocos pasos mientras busca un poco de agua en el refrigerador.
Tomo una respiración profunda y sonrío de lado antes de apoyarme nuevamente en la isla y tomar mi panecillo.
