Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
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Pido disculpas por el abandono, estuve un poco enferma y sentí que me moría porque mi cuerpo es débil, y luego pasaron otras cosas que destruyeron (y siguen destruyendo) mi estabilidad emocional, así que estoy en el momento perfecto para sentirme miserable xD
Pero ya estoy trabajando en eso, poco a poco.
También lamento no haber avisado en mi muro, pero literalmente acabo de empezar y terminar este OS y no podía esperar a compartirlo.
❄️❄️❄️
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—¿Cómo te sientes, mi niña?
La voz suave y amorosa de mi madre me estruja el corazón y la nostalgia hace que mis ojos se llenen de lágrimas y mi nariz cosquillee cuando el nudo se crea en mi garganta.
—Estoy... manejándolo, poco a poco, creo que va mejorando —miento a medias sacudiéndome las lágrimas.
—¿Y Chris?
—Aguantando. Es una roca, temo que podría estar presionando sus límites —lanzo una mirada a la puerta abierta de la habitación por la que se cuela el sonido de la voz y las risas de mi esposo—. Pero lo hace mejor que yo, es un guerrero.
—Te ama.
—Lo sé —no puedo contener la lágrima traicionera que cae de la esquina de mi ojo y rueda por el puente de mi nariz.
—Tu padre y yo hemos hablado de ir a verlos, podré ayudarte y hacerte esa deliciosa sopa que tanto te gusta —sonrío, mi madre es un bálsamo tranquilizante para mi—. Y podré consentir a mi nieto, no puedo creer que no lo veo desde que era un recién nacido, no me perdonaré si no lo veo antes de que cumpla su primer año.
—Lucas es... tremendo, ya camina, ¿puedes creerlo? Estoy segura de que va a correr antes de empezar a hablar.
—Necesitas enviarme más fotos, no me conformo con las que me envías.
—Lo haré, voy a atraparlo y continuar insistiendo para que hable, haré que diga "abuela", te lo prometo —tomo una respiración temblorosa y un poco flemosa.
—Me conformaré con cualquier cosa que diga.
Chris se asoma por la puerta con el inquieto bebé en sus brazos, mi esposo me sonríe y camina hacia mi dando vueltas alzando a Lucas, lo cual tiene al pequeño soltando fuertes risas. Mi madre hace un sonido de ternura al escucharlo a través del micrófono.
—¿Ese es mi pequeño?
—Sí, ¿quieres oírlo balbucear? —extiendo el teléfono y Lucas lo toma, rodándolo entre sus manos haciendo sus soniditos de bebé—. Creo que decía que te ama —murmullo cuando tengo el teléfono de regreso.
