Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
• Todos los derechos reservados.
▪︎ Queda prohibida la copia completa o parcial de esta obra.
• Esta obra sólo está disponible en Wattpad.
▪︎ Si estás leyendo esta obra en alguna...
Soy muy feliz de que les haya gustadoel OS anterior y que le estén dando amor a este especial, gracias, gracias de veras.
🎄🤶🏻🎅🏻🎄
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejo pequeños besos en la espalda de Chris, arrastrándome desde la parte baja donde las sábanas se arremolinan hasta la base de su cuello, mis dientes sujetan el lóbulo de su oreja y luego acaricio con mis labios a lo largo de su mandíbula, una sonrisa curvándose en mis labios cuando veo su sonrisa de lado.
—Que tonto eres —susurro presionando un beso en su boca antes de alejarme, o intentarlo ya que sus brazos atrapan mi cintura y me envuelve en un abrazo apretado, acurrucándose contra mi espalda.
—Cinco minutos más, bonita, solo cinco minutos —deja pequeños besitos en mi espalda y su nariz acaricia suavemente sobre mi camiseta de tirantes.
—Dijiste eso ayer —me quejo, intentando removerme para salir de su agarre, pero dejo de intentar al escuchar su risita—. Vamos, debemos comprar las decoraciones y yo necesito a mi hombre sexy para colocar las luces.
—¿Colocaras renos en el techo? —murmulla, su voz roca y adormilada.
—Solo en el jardín —río y acaricio su mano sobre mi abdomen—, sigo pensando que los bastones de caramelo son una buena idea.
—Solo si quieres que Dodger intente comerlos...
—Tengo algunas ideas, pero necesito salir de la cama —me remuevo nuevamente pero solo consigo que mi camiseta se suba un poco, descubriendo mi abdomen.
—Entonces no son buenas ideas —asegura estrechándome más cerca haciéndome soltar una risita.
—Vamos, perezoso, ya son dos días que atrasamos la decoración —intento sacudirlo.
—¿Entonces qué importa un día más?
Ruedo los ojos conociendo lo único que podría hacer para liberarme de su cálido agarre, aunque el recuerdo de la última vez que lo hice me hace doler el trasero, pero; aunque me gustaría continuar abrazada a él, debemos ponernos en marcha.
Así que llevo mis manos hasta su abdomen y mis dedos comienzan a tantear su piel haciéndolo removerse levemente.
—No, no, no —repite y puedo oír la advertencia, pero no me detengo—, detente.
Sus brazos me sujetan y me suben sobre su cuerpo, intentando evitar que le haga cosquillas, pero sin querer soltarme, así que continúo, sus piernas comienzan a intentar apartarme pero sus brazos continúan sosteniéndome.
