Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
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Nunca habíaescrito algo así, y me causa mucha gracia, espero que a ustedes también🤣🤣
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Chris está esperando en la entrada del edificio de apartamentos y se acerca rápidamente cuando el taxi se detiene cerca de la calzada para abrir la puerta.
—Hola, guapetón —murmullo deslizándome fuera, trastabillando cuando mis altos tacones tocan el suelo—, hoy estás muy sexy.
—Y tu muy borracha —me responde y me parece increíblemente chistoso por lo que me suelto en leves carcajadas, sus brazos me rodean, asegurándome para que no caiga mientras cierra la puerta, me apoyo en su pecho descubierto; recostando mi cabeza en este—, gracias por traerla, Jo.
—No es nada, amigo —dice el amable taxista que conozco porque...
Si lo conozco, ¿no? Estoy casi segura de que sí, aunque bien podría ser que no... pero sí, estoy... no, ¿sí?
El taxista me mira y me sonríe con cautela, su cabello canoso moviéndose por las ráfagas del aire acondicionado.
—No te metas en problemas, pequeña —advierte, como un padre cuidadoso a su hijo.
—Dale mis saludos a Nellie —le sonrío y él asiente, sacudiendo su cabeza con una leve risa.
—Le diré a Jennie que te lleve una buena sopa de calabaza en unos días —corrige y escucho la risa de Chris en mi oído, su pecho sacudiéndose golpeando ligeramente mi cabeza—, dale un buen ibuprofeno, Christopher.
—Lo haré, te lo aseguro —murmura Chris, guiando mis pasos hacia la entrada del edificio.
Me giro, mirando a Jo y sacudo mi mano en despedida hasta que las puertas se cierran tras de mí, mis extremidades sintiéndose como una temblorosa gelatina.
En el ascensor dirijo mi atención a Chris, abrazando su cintura para estrecharlo; sintiendo su calidez rodear mi frío cuerpo, incluso cuando su torso está descubierto y ha estado afuera sigue sintiéndose calentito, su brazo cubre mis hombros desnudos y pasa su mano de arriba abajo por mi brazo para calentarme.
—Te dije que me avisaras para buscarte —murmura en mi oído por lo que alzo la cabeza para mirarlo.
Sus ojos azules me observan con atención, unas casi imperceptibles ojeras bajo estos reflejando el cansancio por lo que subo mi mano y acaricio con suavidad la sensible y delicada piel.
—¿Estabas dormido, guapo? —pregunto, mi lengua deslizándose por mi boca haciéndome cosquillas cuando hablo—, ¿mi lengua esta hinchada?
Chris se ríe cuando saco mi lengua, doblando mis ojos para intentar verla; solo consiguiendo sentir que el suelo tiembla bajo mis pies haciéndome tambalear un poco.
