Permíteme llevarte a imaginar una vida al lado de Chris Evans
• Todos los derechos reservados.
▪︎ Queda prohibida la copia completa o parcial de esta obra.
• Esta obra sólo está disponible en Wattpad.
▪︎ Si estás leyendo esta obra en alguna...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La brisa mueve las hojas de los árboles con una especial parsimonia, el aire es cálido y húmedo, delatando a la primavera con el sutil olor al polen de las plantas florecientes. El sol se filtra entre las ramas y golpea al lienzo en blanco frente a mí creando su propia pintura de luz y sombra.
Entrecierro los ojos sintiéndome frustrada con la ausencia de pintura, como si el culpable fuera el propio lienzo y no mi permanente falta de inspiración.
Resulta molesto el tener tantas ideas, tantas imágenes que esperan ser pintadas, tantos sentimientos deseando ser plasmados, o miles de pensamientos e historias que quiero contar a través de mi arte pero que; al momento de tomar el pincel, simplemente no parece llegar nada a mí, las ideas desapareciendo dejándome con un lienzo en blanco y una frustración latente en mi pecho.
Me enoja no poder pintar lo que deseo porque cuando sujeto el pincel y lo hundo en la pintura no sé cómo empezar y eso causa que mis pensamientos se vuelvan inquietos y confusos, haciendo que me pregunte como antes parecía tan fácil, como cada cuadro parecía brotar con sencillez, ¿qué era lo que hacía entonces? ¿Qué era diferente en mí en ese momento?
Siempre parecía tener algo para pintar, algo en lo que ponía un pedazo de mi alma y corazón, que terminaba en un cuadro que me hacía sentir feliz y satisfecha conmigo misma.
¿Qué había cambiado? ¿Yo? ¿Mi entorno? ¿Mis pensamientos?
No tengo respuesta para ninguna de las preguntas, tal vez solo mi inspiración decidió abandonarme, o quizás ya he dejado tanto de mí en mi arte que ya no tengo nada más para entregar.
—Pareces dispuesta a quemar el lienzo.
La voz de Chris me saca de mis pensamientos, pero no me giro hacia él, solo me mantengo sentada en medio del patio aunque suelto el pincel, dejándolo a un lado sin haber usado la pintura que hay en la punta.
—Tal vez si lo hago finalmente me diga algo —respondo.
Las manos de Chris se apoyan en mis hombros, ejerciendo un poco de presión con sus pulgares en un leve masaje.
—Estás tensa —murmulla y suspiro.
—Tal vez debería rendirme, dejar de intentarlo.
—No podrías —siento su aliento en mi cuello cuando se agacha, aparta mi cabello hacia un lado y sus labios dejan un suave beso tras mi oreja—. Amas pintar.
—No sé si ves lo que yo, pero claramente no estoy pintando —él suelta una risita ronca que me hace estremecer.
—Pero eso no significa que hayas dejado de amarlo, ¿o sí?
