Promesas parte II

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Atención este capítulo puede contener algunas escenas con contenido sexual explícito. Leer bajo su propia responsabilidad.

Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

"Es que ya lo sabía que robarías mis noches y mis días. Me lo temía, que ni queriendo yo te olvidaría y sabía que todo empieza y todo se termina, cuando tus ojos me miran..." — Cuando tus ojos me miran, Franco de Vita

Nappa se hallaba entrenando con Chard; estaba frustrado, el tiempo se le acababa y no lograba un avance real en el niño, no lograba hacer que sobrepasara el nivel actual que tenía, y ni él era tan cruel para arriesgar tanto la vida del pequeño y lograr por medio de un senkai que incrementara su nivel de pelea.

—¡Vamos! ¡Golpea duro! — sus gritos solo frustraban al infante.

—Ahhhhhhh — con un grito enojado el crío se lanzó contra el calvo saiyajin. El pequeño saiyan estaba furioso, odiaba ese entrenamiento.

Intento tomar desprevenido al saiyan mayor pero simplemente no pudo y fue arrojado nuevamente con rudeza al suelo.

— Si te enojas dejas de pensar y sólo atacas por instinto— molesto explicaba Nappa. —Debes ser más inteligente, armar una estrategia, soy un oponente mucho más fuerte que tú, la única forma de quitarme esta banda de la mano es que seas capaz de pensar como distraerme, ¡Con la pura fuerza nunca lo lograrás!

Lo intentaron nuevamente pero el avance era nulo.
«Necesito de un milagro... O de un senkai»

Era una alternativa muy arriesgada y era la última opción que solo tomaría con la autorización del príncipe. No sabía qué hacer, el niño no era malo; de hecho, su nivel de pelea era estupendo, pero jamás había tenido un discípulo como Trunks, excepto Vegeta.

Frustrado ante la falta de avance decidió ir a ver cómo seguía el avance del pequeño Trunks.
Llamó a Paragus quién acababa de regresar al planeta de una misión.

Paragus detestaba a Nappa, sin embargo ante el hecho de que el calvo saiyan entrenaba a  Chard, decidió acudir a su llamado, sabía que a esas horas debía de estarlo entrenando.

Estaba furioso pues Vegeta se había llevado a Kale de misión y los celos comenzaban a torturarlo — ¿Qué necesitas? — De forma ruda preguntó.

Nappa quién tampoco toleraba a Paragus, le dio la orden — Tengo que ir a revisar unos avances con la humana, que Vegeta pidió. Quédate con Chard a seguirlo entrenando.

A pesar de odiar tanto al saiyan pues tenía mayor jerarquía que él le gustara o no, y eso lo enfurecía.
Y a pesar de todo, no hizo un solo reclamo por su exigencia en cuidar al crío, él deseaba pasar tiempo con este y así ayudarlo a practicar.

— Ve con la ramera, yo me quedo con el crío— Un gruñido de advertencia salió del calvo saiyan. Aún así en estos momentos no estaba de ánimos ni de humor para comenzar una pelea con Paragus.

Simplemente salió de la sala de entrenamiento, ver a Bulma y revisar el avance del otro crío tenían prioridad sobre golpear al insolente Saiyajin.

Chard estaba contento al ver a Paragus, le
gustaba entrenar con él, a pesar de ser igual de estricto que Nappa o que su padre, era menos cruel en el entrenamiento. El Saiyajin dichoso de tener consigo a una de las dos personas que ansiaba ver, sonrió mientras se preparaba para disfrutar alegre entrenando al crío.

La ojiazul estaba feliz de ver a Nappa, pues con la nueva asignación de entrenar a Chard, casi ni había tenido oportunidad de platicar con él.

—¿Cómo va el avance de Trunks? Preguntó el guerrero. Bulma había aprendido a conocerlo y sabía que algo traía preocupado al Saiyajin.

El destino de un Príncipe /Vegebul / V.BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora