Cuando nadie ve. Parte I

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Los personajes no me pertenecen son creación del gran Akira Toriyama. La trama e historia si son idea original mía.

Soñé un verano que se hiciera eterno, desde el momento en que vi tu mirada, me derretiste con esa mirada. Pero el verano se volvió un invierno
Cuando vi que otros brazos te esperaban
Me congelé mientras yo te esperaba... - Cuando nadie ve, Morat.

Antes de llegar al Lobby pasé a la cocina por un vaso con agua, así pondría una excusa de porque andaba por ahí merodeando en caso de que fuera necesario; aunque honestamente, con darles una de mis miradas sabría que me dejarían en paz. No necesitaba dar excusas, total soy un Príncipe, puedo hacer lo que me venga en gana ¿no? Aun así, decidí pasar primero a la cocina.

Cuando llegué al Lobby, allí estaban todos incluida la sabandija esa, y los vi, la vi por un momento, creo que mis pupilas se dilataron, realmente me impresionó.

Siempre anda con sus usuales batas del laboratorio o sus jumpers de trabajo, y aun así siempre he pensado que es muy atractiva para ser una simple y vulgar terrícola, pero ahora que la vi vestida para su dichosa salida, realmente me dejó impactado; ahora sí lucía cual princesa, como una ninfa de agua.

Fueron milisegundos, en los que sentí mis pupilas dilatarse y, tal vez mi rostro pudo reflejar algo de mi shock; sin embargo, mi cara sin expresión regreso a mi rostro. Vi como volteaban a verme extrañados de verme ahí, sin embargo, como no dije nada y volteé a ver a otro lado con cara de aburrido, debieron suponer solamente que no tenía nada mejor que hacer, así que no me prestaron mayor atención.

Justo eso era lo que quería, para poder observar toda la interacción sin ser observado. Los padres de la humana simplemente saludaron y se fueron.

De repente, vi que la terrícola le decía algo al insecto y dio la vuelta con la intención de ir rumbo a las habitaciones, por lo que pasó por mi lado.

Me tomó un poco desprevenido cuando pasó junto a mí, me llegó de lleno su aroma. Ese olor se me metió profundamente, nuevamente por segunda ocasión me dejó impactado.

No me había percatado realmente antes de su aroma, porque por lo general las pocas interacciones que teníamos, yo me mantenía alejado a buena distancia de ella.

Me había dado cuenta de que esta raza tenía una similitud con los Saiyajin, también emitían feromonas.

No sabía que tan compatibles éramos, pero debido al mocoso mestizo de Kakaroto, no pensaba acercarme demasiado a las hembras. Aun cuando los humanos no tienen tan bien desarrollado el sentido del olfato como nosotros los Saiyan, también notan cuando algún aroma les agrada, aunque ellos no detectan como tal que es por el aroma; ellos piensan que tiene que ver con los estúpidos sentimientos y lo denominan atracción, ¡Ja! Pobres diablos primitivos.

Por lo general, por ese motivo me mantenía más alejado y arisco con las hembras de ese planeta.
Pero cuando ella pasó a mi lado, justo acababa de tomar agua. Sentí que por tomar demasiado rápido casi me ahogo, y para evitar una escena bochornosa, tuve que tomar un gran trago de aire; por lo que no pude evitar el impacto de ese aroma.

Nuevamente mis pupilas se agrandaron y juro que con horror escuché un leve gruñido salir de mi garganta, rápidamente reprimido.

Ella ni se inmutó, creo ni lo escuchó, pero al parecer el patético ese pudo deducir algo y me miró entrecerrando los ojos, y ahí fue donde mi diversión comenzó...

Tuve que salir a caminar un poco rumbo al lago, para calmar mi enojo, ella no tenía la culpa. Es más, no sabía lo que pasó con el psicópata de Vegeta y era mejor así. Un mesero se acercó y me ofreció una bebida que acepté, mientras rememoraba lo que había pasado horas antes en casa de Bulma.

Desde que lo vi llegar, como quien no quiere la cosa al lobby me dio mala espina, ese maldito enano era demasiado inteligente, y si algo había aprendido luego de Namekusein y del tiempo que llevaba en la tierra, es que nada de lo que hacía ese tipo era mera casualidad.

Fingía beber su agua desinteresado de todo, pero podía ver que, tras su desinterés observaba disimuladamente lo que sucedía, ¿Qué tramaba? De repente Bulma me dijo que había olvidado la cartera y regresó de inmediato a su cuarto pasando a su lado.

Fueron milésimas de segundo, pero lo vi recorrer con sus asquerosos ojos el cuerpo de Bulma cuando pasó a su lado, y eso me puso en guardia. Ese maldito vivía bajo su techo y yo había obviado algo importante, que él seguía siendo un hombre, extraterrestre, pero hombre, al fin y al cabo.

Seamos sinceros Bulma es una mujer realmente hermosa, aún no sé qué hice para tener a ese ángel a mi lado, pero ella está conmigo.

Sentí que mi ira subía desde mis extrañas cuando vi la mirada que le lanzó ese maldito a mi novia, el muy cínico luego de verla como lo hizo, volteo a verme dándome una de sus tantas miradas arrogantes y no pude contenerme:

—Vaya Vegeta, conque sigues aquí abusando de las comodidades de la familia Briefs, ¿No tienes nada mejor que hacer que venir a fastidiar con tu presencia? Ya mucho hacen teniendo que aguantar a un arrimado como tú- espeté sin contenerme...

Tan pronto vi la mirada que el insecto me lanzó, sabía que esta salida al lobby iba a ser más entretenida de lo que creí al inicio, y cuando osó dirigirme la palabra y cuestionar que hacía ahí con modos nada dignos para dirigirse a mí, supe que me iba a divertir y mucho, le dirigí la mirada más despectiva mientras me reía, tomé más agua y simplemente lo ignoré como si no hubiera escuchado más que el zumbido de una mosca.

El muy maldito ni siquiera contestó mi pregunta, me ignoró, ¿que se cree? No aguante más, lancé una carcajada y le dije:

—Vaya, te comieron la lengua los ratones pequeño príncipe, al menos veo que reconoces con tu silencio que no eres más que un arrimado y que solo gracias a la amabilidad y la hospitalidad de MI NOVIA, tienes un techo donde vivir, aprende a ser más educado y desaparécete de  aquí, que nadie te llamo.

Exclamé más que irritado, sinceramente los celos que había sentido al verlo voltear a recorrer el cuerpo de Bulma con la mirada, me hicieron hablar sin pensar correctamente en lo que estaba diciendo y a quién.

Sí, de verdad detesto a ese tipo, pero soy consciente de que las cosas pudieron salirse más del control, de haberse realmente enojado ese psicópata ¡De verdad como lo odio!

El destino de un Príncipe /Vegebul / V.BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora