PRINCIPE ARROGANTE

DENTRO DE TI

Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, son propiedad de Hajime Isayama.

Advertencia: Relación Chico x Chico (Yaoi), Lenguaje Vulgar, Universo Alterno (AU), M-preg y Lemmon.

!Gracias por seguir leyéndo!

– Muy bien, ahora inhale.

Eren obedeció al instante, llenando lentamente sus pulmones de oxigeno mientras trataba de reprimir una expresión de dolor. El dolor en su cuerpo aun era latente, por lo que mantenerse sentado le era una tortura. Inhalo y exhalo cuantas veces se le indico, mirando de reojo a Levi quien se encontraba a solo unos pasos frente a la cama. Le mostró una débil sonrisa, indicándole que todo se encontraba bien, después de todo, no quería preocuparle más.

Ya habían pasado un par de horas desde que despertó. El tiempo que lloro ante el miedo que sintió había pasado por completo, sin embargo sus ojos ahora se encontraban hinchados ante consecuencia de aquel acto. Mientras continuaba con las indicaciones que se le dieron, miro a la ventana con algo de incertidumbre, notando como pequeños y tenues rayos de sol se hacían presentes, dando aviso que el día estaba por empezar. Paso su mirada el azabache con sutileza.

Levi no había dormido en toda la noche.

– Con eso es suficiente – índico Hannes al tiempo que retiraba el instrumento del pecho del menor. En cuanto tuvo sus manos libres, ayudo a Eren a volver a recostarse sobre la cama, procurando que los movimientos fueran lentos y suaves. El castaño le dedico una sonrisa de agradecimiento en cuanto sintió su cuello sobre la almohada.

– ¿Todo bien? – Levi no perdió el tiempo en preguntar, frunciendo inconscientemente su frente ante la espera de una buena respuesta.

– Su respiración es algo lenta pero no hay nada de qué alarmarse – informo, brindándole algo de tranquilidad con aquellas palabras – Se podría decir que es algo normal, su cuerpo aún se encuentra algo débil por todo lo sucedido – evito pronunciar la palabra 'accidente', pensando que solo traerá algo de tensión en el ambiente.

– Y...¿El dolor se detendrá pronto?

Los dos, tanto Eren como Hannes se vieron sorprendidos ante sus palabras. Levi miro fugazmente al castaño, demostrando con aquello que sabía perfectamente el estado en el que se encontraba.

Por más que Eren trataba de ocultarlo, Levi reconocía cada una de sus expresiones, y como si se tratara de un sexto sentido, sabia cuando se sentía mal. Eren era como un libro abierto ante sus ojos.

Lo conocía perfectamente.

– Estaré al pendiente de eso – aseguro el rubio al ajustarse los lentes, contestando con algo de nerviosismo ante la mirada interrogante del monarca – Con una buena alimentación y los cuidados adecuados, en un par de días todo volverá a la normalidad.

El castaño trato de conseguir la atención de Levi, sintiéndose algo inquieto al pensar que tal vez el azabache malinterpretaría la situación: – Lev-

– Príncipe Levi.

Christa se asomó por la puerta con algo de timidez, pidiendo permiso para entrar al interior de la habitación. Eren cerro la boca de inmediato.

– ¿Qué sucede? – miro a la joven con interrogación, sin siquiera percatarse del llamado del menor.

– Ha llegado lo que encargo – comunico con rapidez, dando una rápida mirada hacia la cama de la habitación. Sonrió con alivio al ver a Eren despierto.

– ¿Los medicamentos?

Christa asintió energéticamente.

Levi asintió complacido, satisfecho por la respuesta: – He pedido el doble de la cantidad que sugirió. No podemos arriesgarnos a que de a un momento a otro, se necesiten de más ante una urgencia – continuo mirando hacia el doctor, completamente tranquilo ante sus palabras.