PRINCIPE ARROGANTE

SENSACIONES DIFERENTES 2

Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, son propiedad de Hajime Isayama.

Advertencia: Relación Chico x Chico (Yaoi), Lenguaje Vulgar, Universo Alterno (AU) y Lemmon.

!Disfruten!

– Pero bien puedes volver a casarte con alguien más si Eren muere – sabía que aquello sonaba un poco cruel pero lo decía en un intento de burlarse del mayor – Además te darían todo su apoyo si te mostrabas perdido y triste por su muerte, seguro te daban la herencia de inmediato. Entonces ¿Por qué lo salvaste?

– Solo actué de manera involuntaria – dijo con firmeza – Aparte a ti que te importa, no te metas en asuntos que no te involucren.

– Soy la princesa, eres mi hermano y Eren mi cuñado así que aunque no quieras mi querido enanin, si me involucra demasiado – respondió con sorna sabiendo que había ganado la pelea – Por cierto ¿Dónde está Eren?

– Enfermo – bufo por debajo al saber que sus problemas no se acababan.

– ¿Qué? ¡¿Por qué?! – lo miro confundida – Dijiste que lo habías protegido.

– Si, pero el estúpido mocoso no se libró de un fuerte resfriado.

– Supongo que ya no podemos hacer el picnic – susurro desanimada, haciendo un mohín al saber que sus planes no se llevarían a cabo.

– ¿Picnic? ¿Qué picnic? – alzo una ceja esperando la respuesta de la castaña.

Hanji se tensó inmediatamente al darse cuenta de su descuido. Sabía que en algún momento Levi se tenía que enterar, pero esperaba no tener que decirle sola y que al menos Eren estuviera de su lado para poder tener algún apoyo, pero ahora que estaba completamente sin refuerzos y frente a un malhumorado enano, sabía que no se libraría tan fácil de está.

– Yo... – la joven paso su vista por los alrededores en busca de algún tipo de escape.

– Hanji – el mayor la llamo con aquella voz que erizaba la piel de cualquiera.

– Eren y yo teníamos planeado hacer un pequeño picnic en el jardín – informo en un susurro al no tener más opción – Seria hoy pero ahora que está enfermo no creo que lo llevemos a cabo.

– ¿Y quién les dio el jodido permiso para que lo hagan? – cuestiono con firmeza – Y primeramente ¿Cuándo mierda planeaban decírmelo? ¿O al menos iban a decirme?

– ¡Si lo haríamos! – contesto inmediatamente – Además no correríamos peligro, lo haríamos en el jardín del palacio así que estaríamos protegidos.

– No me interesa, no deben de hacer planes sin mi permiso – su voz había subido un par de tonos – No quiero que se vuelva a repetir. Ahora, ve a tus clases del día.

La castaña suspiro con cansancio sin embargo no dijo nada más. Sabía que nunca podría vencer a su hermano cuando se ponía así. No sabía porque Levi se oponía a hacer este tipo de actividad, pero así era él; una persona que solo le importaban las cosas que le traían beneficios. Caminando en silencio se dirigió hacia la sala principal para empezar sus aburridas clases de modales, rogando internamente para que no le fuera peor a Eren.

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– ¿Puedes respirar bien? – pregunto el hombre mientras revisaba el ritmo de su respiración recibiendo como respuesta una leve afirmación por parte del castaño.

Levi estaba en una esquina de la habitación, evaluando que el doctor hiciera bien su trabajo. El hombre había llegado hace unos minutos ante el llamado tan urgente, por lo que sin demora comenzó a evaluar detenidamente al menor, en especial al saber que era el nuevo esposo del príncipe. Todo era observado detenidamente por Levi, quien no abandono la habitación en ningún momento.