TE LO PROMETO 2

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Me disculpo por la tardanza me han pasado muchas cosas pero aquí seguimos :)

– ¿Ha trabajado con ella antes?

Jean convirtió su expresión aburrida en una mueca de desagrado.

– Afortunadamente no, y espero que así siga siendo – respondió un tanto ofendido, recordando las acciones de la castaña – No quiero ese tipo de gente trabajando conmigo, sea donde sea que le toque trabajar, me apiado de sus compañeras.

Pixis soltó una suave risita ante su comentario: – Entonces, desconoce las causas que la impulsaron a salir a tan altas horas de la noche – dijo de un modo casi seguro.

– Así es – asintió con la cabeza – ¿Qué acaso eso no está sancionado? – cuestiono alzando una ceja. Si no era así, hasta él mismo lo hubiera hecho tiempo atrás.

– Lo es, y la señorita Ral no pasara por alto eso – aseguro con firmeza, aclarando las consecuencias que tendría aquel acto – Gracias por su tiempo joven Kirschtein, puede volver a sus actividades rutinarias – agradeció con formalidad antes de dar media vuelta y seguir con sus planes.

Jean lo miro con desconcierto por la brevedad de las preguntas, sin embargo no comento nada más y siguió su camino hasta su lugar de trabajo, donde una cabeza rubia se alzó por entre las cacerolas al escuchar el sonido de la puerta al abrirse.

– ¿Estas metido en problemas? – fue lo primero que pregunto Armin al reconocer su presencia.

– Tu cerebrito está dejando de funcionar como se debe, Arlet – reclamo ofendido, dirigiéndose hacia al lavadero para poder asear sus manos antes de tocar los alimentos – Como buen trabajador, informo de un suceso que no debe de pasarse por alto en el palacio, pero ¿Qué recibo? Un interrogatorio y ningún agradecimiento por parte del príncipe Levi. Que buen ejemplo tenemos – dijo con ironía.

– ¿Informaste de algo? – cuestiono Armin sorprendido – No sabía que también te ejercías como vigilante.

– No lo soy – rodo los ojos ante su comentario – Pero una 'mujercita' se atrevió a salir del palacio por la puerta de mi cocina – acuso con desagrado.

– Jean, esta no es tu cocina – contradijo el rubio un tanto divertido.

– Soy el cocinero principal aquí y eso la convierte como mía – intervino ofendido – El punto aquí es que ella cometió una falta y no quiero que me involucre, así que la denuncie para librarme de toda complicidad.

– Que raro, cualquiera aquí sabe que eso está prohibido – recordó el pequeño, frunciendo el ceño desconcertado – ¿Sera nueva?

– Con mayor razón debería de saberse esa regla – atajo con severidad, negando un par de veces con la cabeza ante su desaprobación – Su uniforme corresponde al área de aseo. Tiene un puesto importante y se aprovecha de ello. Ojala el príncipe pusiera más atención en eso.

– Ahora está algo ocupado, lo de Eren nadie se lo esperaba – hizo una mueca con sus labios ante el tema.

– No sé tú, pero a mí me desconcertó que nos diera permiso de ir a visitar a Eren– opino pensativo, dirigiéndose los estantes para comenzar a sacar los cubiertos – ¿Desde cuándo acá se ha vuelto tan servicial?

PRINCIPE ARROGANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora