CONFIA EN MI 3

1K 142 15
                                    

Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, son propiedad de Hajime Isayama.

Advertencia: Relación Chico x Chico (Yaoi), Lenguaje Vulgar, Universo Alterno (AU), M-preg y Lemmon.

N/A: !Las he extrañado un montonal! ;A; Este lapso de ausencia no fue planeado, juro que no. Pero de verdad que tengo muchas cosas por hacer y dispongo de poco tiempo libre, realmente muy poco :c

Si aun siguen aquí, muchas gracias por este apoyo incondicional.


Muy pocas veces había valorado algo a lo largo de su vida; realmente muy pocas.

Anteriormente, poco le importaba lo que sucediera con aquello que perdía por capricho o por mero desinterés, ya que, en cuanto lo deseara; podría volver a obtener cualquier cosa con tan solo alzar la mano unos cuantos centímetros.

O eso sucedía cuando aún conservaba el poder.

¿Se lamentaba de haber firmado el acuerdo?

Ni siquiera un poco.

Sin embargo, sabía que la situación no quedaba conclusa ahí. Cientos de cosas se verían involucradas ante la decisión que tomo en base de proteger aquello que se convirtió en lo más importante de su vida. Aquella persona por la que daría la vida misma.

Independientemente de los planes que tuviera Erwin en cuanto reclamara lo que ahora le pertenecía, todo el reino y las personas que formaban parte de él se verían involucradas plenamente ante el simple hecho de residir en el reino de Trost.

Una sensación de inquietud se asentó en su interior desde que Pixis abandono la habitación y de eso, ya habían pasado un par de horas. El silencio del lugar y lo crítico de la situación lo obligaron a analizar las cosas desde distintas perspectivas, tratando de hallar algún desliz que anteriormente había pasado por alto y que podría ayudarlos a salir adelante victoriosos.

La luz que se filtraba por la ventana comenzó a disminuir lentamente conforme el tiempo pasaba, dejando que su sombra se plasmara a plenitud por los alrededores de la habitación conforme iba de un lado a otro, leyendo documentos, memorizando tratos, dejando que sus ojos se pusieran rojos ante el cansancio de leer documento tras otro; cediendo lentamente ante lo que sería su nuevo destino.

– ¿Puedo pasar?

Su voz apenas fue un susurro, casi tímido. Pidiendo el permiso que hace mucho no pronunciaba pero que, en estos momentos, sabía que era rotundamente necesario. Levi levanto la mirada, saliendo de su concentración y parpadeando un par de veces antes de que sus ojos se enfocaran en la figura frente a él; frunciendo el ceño por inercia al reconocer la cabellera castaña.

Eren esperaba pacientemente al pie de la puerta, ansioso, cargando entre sus manos una pequeña bandeja mientras su mirada reflejaba la indecisión de entrar o no por completo, dispuesto a adentrarse en un terreno peligroso.

Con un ligero asentimiento, Levi le dio el pequeño empujón que necesitaba para ingresar.

– ¿Qué haces aquí? – fue lo primero que salió de sus labios, inspeccionando su figura con confusión.

– Te traje un poco de té – ofreció el menor con una voz suave.

– No deberías estar fuera de la habitación – atajó Levi, frunciendo el ceño en automático – Ni siquiera deberías de estar fuera de cama.

– Solo es por unos momentos – prometió en una pequeña sonrisa, sin vacilar en acercarse hasta él. Su mirada no tardó en fijarse en la cantidad de papeles esparcidos por toda la extensión del escritorio y parte del suelo, transmitiendo la frustración que claramente se palpaba en el aire: – He dormido lo suficiente como para renovar mis fuerzas – continuó, asegurándose de retirar algunos documentos y dejar un pequeño espacio libre para colocar la bandeja – Además, el doctor Hannes me aseguró de que mis signos vitales están casi estables.

PRINCIPE ARROGANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora