¿NADA CAMBIO?

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Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, son propiedad de Hajime Isayama.

Advertencia: Relación Chico x Chico (Yaoi), Lenguaje Vulgar, Universo Alterno (AU), M-preg y Lemmon.

– Armin, la tetera ya está hirviendo.

Volviendo por completo de sus pensamientos, el aludido dio un respingo desde su lugar ante el llamado hacia su persona, tomando consciencia antes de observar asustado como el agua sobre el recipiente comenzaba a colarse por los bordes en consecuencia de la alta temperatura.

La mirada de Marco se volvió inquieta ante la distraída actitud que Armin había mostrado desde que las cosas comenzaron a desencadenarse. Aquella era la tercera vez que se mostraba ausente de su alrededor. Antes de cambiar turnos, Jean le informo con antelación de como había sido testigo de aquel aislamiento, sin embargo, ahora que lo veía con sus propio ojos, no pudo evitar preocuparse al darse una idea de la razón que guiaba a Armin a ser víctima de sus emociones.

– Espera, déjame ayudarte – se apresuró a decir, tomando con rapidez un trapo para humedecerlo y tomar la cacerola sin tener la probabilidad de quemarse, retirándola del fuego con pasos cuidadosos.

– Lo siento, no sé qué me pasa – se disculpó Armin con un gesto culpable, apresurándose en hacer un espacio sobre la mesa para que Marco pudiera colocar el recipiente sin problemas.

– No pasa nada – le dedico una pequeña sonrisa, aquella que siempre lograba calmar a sus amigos – Tenemos suerte de que Jean no esté aquí, de seguro hubiera hecho todo un alboroto al alegar que su cocina corre peligro – comento en un tono burlón, haciendo referencia a lo que seguramente sería la reacción de su pareja.

Los labios de Armin se elevaron sutilmente, justo al tiempo en que un resoplido se escapaba de entre sus dientes en una risa contenida, recordando las veces en las que Jean profesaba a viva voz que él tenía la última palabra sobre cualquier cosa que involucrara la cocina.

Marco se tomó la libertad de revolverle los cabellos rubios en un gesto amistoso, satisfecho de lograr un pequeño cambio en su actitud.

– ¿Has ido a hablar con él? – preguntó, confiado de que Armin entendería a quien se estaba refiriendo.

El menor negó con la cabeza al instante, tomando la confianza de que se encontraban solos en la cocina: – Fui a su habitación pero no se encontraba ahí – respondió con derrota, guardando silencio unos segundos ante el debate de continuar hablando.

Al no haberle encontrado en su habitación descansando, Armin solo pensó en otro lugar posible donde podría encontrar al castaño. Con pasos suaves y tranquilos se dirigió a la oficina del príncipe para averiguar el paradero de su amigo, sin embargo, cuando estuvo a punto de tocar la puerta con sus nudillos, una frase logro colarse por entre las paredes del palacio, llegando hasta sus oídos en un secreto silencioso.

"– Estoy pensando en trasladarnos a otro reino"

Su mano se detuvo por instinto propio, tan cerca de la puerta que sintió la madera rozar su piel. Su mirada se elevó en un gesto sorpresivo, identificando a plenitud la amortiguada voz del príncipe al otro lado de la habitación. El silencio tras aquello fue la única respuesta que pudo percibir antes de que sus pies retrocedieran unos cuantos pasos, dando media vuelta para regresar por el pasillo, dejando que la frase hiciera eco en su mente con importancia.

– Seguramente Eren se encuentra bien – la voz de Marco hizo que volviera a la realidad – Dudo mucho que el doctor le diera el permiso de abandonar su habitación si lo considerara riesgoso – opinó el azabache, rodeándolo por los hombros – No es bueno que te preocupes tanto, ya verás que pronto podrás verlo y se mostrara tan sonriente como siempre.

PRINCIPE ARROGANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora