PREPARATIVOS 3

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Advertencia: Relación Chico x Chico (Yaoi), Lenguaje Vulgar, Universo Alterno (AU) y Lemmon.

N/A: !Eh regresado! Lamento la demora

!Pero aquí les traigo el nuevo capitulo!

Disfruten!





Escucho como la puerta era tocada un par de veces.

Abrió los ojos lentamente frunciendo el ceño un poco al recibir un ligero rayo de sol que se colaba por su ventana. Se tallo los ojos en un intento de hacer desaparecer cualquier rastro de sueño y sentándose en la cama lanzó un profundo bostezo.

– ¿Está despierto? – llamó la rubia al ver que no obtenía respuesta.

– ¡A-Adelante! – se apresuró a decir despertando completamente.

Christa entró en la habitación vistiendo el uniforme de la servidumbre, cargando dificultosamente entre sus manos una gran caja de color plateado con un moño en el centro.

– Buenos días – saludo la joven depositando la caja en el tocador del lugar.

– Buenos días Christa – dijo Eren saliendo de la cama y poniéndose sus pantuflas, observando curiosos aquel objeto tan grande – ¿Qué es eso?

La rubia sonrió mostrándose emocionada al saber que el castaño preguntaba sobre el contenido de la caja, así que sin poder ocultar su felicidad, desató el listón que unía la tapa y mostrando el interior.

– ¡Ta-Da! – Exclamó dejando ver un elegante traje de color blanco – Es para ti, por tu boda.

– ¿Para mí? – pregunto sorprendido deleitándose por aquella prenda – ¿Lo mandó el señor Pixis?

– No – negó la joven haciendo una ligera mueca – Lo ha mandado el príncipe Levi.

Eren volteo a verla pensando que había sido una broma, pero al comprobar que Christa seguía con la misma cara y sin dar señales que todo era mentira, volvió su vista al traje, tocando ligeramente la tela, comprobando que era suave.

– Vamos, pruébatelo – insistió sacando delicadamente la prenda para tenderla en la cama – Sé que aún falta un poco pero quiero saber si necesita ajustes. Estaré afuera esperando.

El menor dudo un poco, sin embargo al ver que su amiga salió de la habitación comenzó a quitarse la pijama, sintiendo como su piel se ponía erizaba al sentir el cambio de temperatura.

Al estar solo en ropa interior se acercó al traje que descansaba a lo amplio de su cama, observando los hermosos detalles que contenía. Se vistió poco a poco, sintiéndose extraño por portar aquella prenda, jamás en su vida se había vestido con finas telas.

– Listo – anunció dejando la puerta abierta para dejar que la rubia volviera a entrar.

– Vamos a ver cómo te queda– indico Christa jalandolo del brazo para posicionarlo frente al espejo.

El castaño miró su reflejo, observando que el traje se ajustaba en los lugares adecuados, dándole la imagen de una persona digna de la realeza. Se giró un poco verificando que aquello no era un sueño, definitivamente aquello se parecía sacado de lo más recóndito de su imaginación.

– ¡Oh, Eren te ves tan bi- – se detuvo poniendo sus manos rápidamente sobre su boca, dándose cuenta del error que cometió – Lo siento, príncipe.

– ¿Qué? – Pregunto confundido dirigiendo su mirada hacia la joven – Christa, aunque me valla a casar y me convierta en príncipe yo seguiré siendo el mismo.

– P-Pero...

– Nada de "peros" – aclaró sonriendo un poco – Soy el mismo chico que conociste la primera vez, lleno de lodo hasta por las orejas.

La chica rió por debajo al recordar la ocasión que conoció a Eren, aquel día se encontraba nerviosa al ser su primer día de trabajo, sin embargo después de encontrarse al castaño en los establos, todo sucio por haber trabajo todo el día, sintió como se relajaba por primer vez.

– Me alegra que así sea – dijo devolviéndole la sonrisa – ¿Nervioso?

– Un poco – confesó sentándose en un pequeño sillón, tratando de no arrugar el traje – La verdad es que aún sigo sin creerlo.

– No te preocupes, de seguro todo saldrá bien – le reconforto, sentándose junto a él y poniendo su mano en el hombro del castaño, demostrándole su apoyo – Nosotros somos tus amigos y siempre estaremos aquí para ayudarte en todo.

– Gracias Christa – agradeció sinceramente mientras revolvía ligeramente los cabellos de la rubia.

– Que lindos – una voz a sus espaldas hizo que los dos se sobresaltaron al pensar que no estaban solos.

Levi se encontraba recargado en el marco de la puerta abierta, mirándolos con una ceja alzada en señal de fastidio.

– Príncipe Levi – la rubia se levantó rápidamente para hacer una reverencia – Buenos di-

– Largo – ordeno el azabache de manera fría haciendo que la joven temblaba un poco.

– Con permiso – salió de la habitación con la mirada baja en señal de respeto.

– No era necesario hablarle así – le reclamó Eren observando que el mayor cerraba la puerta de golpe.

– Son mis sirvientes y les hablo como me da la jodida gana – exclamó mirándolo con el ceño fruncido – Vengo a verificar que lo de entre nosotros este completamente aclarado.

– Yo aceptaré sin poner resistencia – informó tratando de no dejarse intimidar por su actitud.

– Me parece perfecto – sonrió con satisfacción al verificar que todo salía como lo tenía planeado.

Al pasar la vista por el menor pudo darse cuenta que estaba vistiendo el traje para la boda. Se sorprendió un poco al ver que aquel traje le quedaba perfectamente, dándole una apariencia elegante y sofisticada. A fin de cuentas había acertado en su elección.

– Veo que te quedó bien – comentó haciendo referencia a su vestuario, mientras comenzaba a caminar hacia él.

– Sí... – respondió sintiendo pánico al ver que Levi estaba cada vez más cerca – Es muy e-elegante.

El mayor tomo la barbilla de Eren, alzándose para poder mirarlo a los ojos. No podía negar que el menor poseía uno color de ojos peculiar, entre azul y verde, dándole una apariencia peculiar. Acercó sus labios hacia la oreja del castaño, sintiendo como el menor se tensaba por la cercanía.

– ¿Qué se dice? – susurro ligeramente haciendo que Eren temblara un poco.

– G-Gracias – dijo con dificultad, sintiendo como se sonrojaba al comprobar que sus cuerpos estaban pegados.

Después de unos instantes que parecieron infinitos para Eren, el azabache se alejó de él, dándole la espalda para dirigirse hacia la puerta de la habitación.

– La ceremonia empezará en los jardines, uno de los sirvientes vendrá aquí para llevarte – informó mirándolo por el rabillo del ojo – Espero que no lo arruines.

Levi salió del lugar, cerrando la puerta tras de sí, sin importarle el hecho de que sus palabras hubieran herido al castaño. Al ver que el azabache se había alejado de ahí, se sentó en la cama sintiendo como sus piernas comenzaban a temblar por la acción del mayor. Levantó una mano hacia su cara, comprobando que se encontraba algo caliente siendo consecuencia de un fuerte sonrojo.

Definitivamente se estaba casando con su peor pesadilla.

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Están advertidas! - preparen sus pañuelos para las hemorragias nasales -

Esto es todo por hoy.

Gracias de nuevo por sus follows y favoritos, es una manera de saber que les gusta esta historia.

Los quiero!

Nos leemos ~

PRINCIPE ARROGANTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora