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-Hey, ¿estás bien? -la pregunta de Carl llamó la atención de Ron, quien se encontraba sentado en el suelo, jugando con un cuchillo.
-Sí, todo bien, estamos atrapados, rodeados de caminantes, ¿por qué no estaría bien?
-¿Has visto a Enid? -preguntó el chico, intentando ignorar sus comentarios.
-La última vez que la vi estaba contigo. La última vez que la vimos, en realidad, porque Cam también los vio.
-Cameron. -corrigió. -Creo que Enid salió antes de que la horda llegara, debe estar atrapada afuera. -explicó, intentando no tomarle importancia a las cosas que decía. -Pensaba salir a buscarla, en el lado de atrás no hay tantos caminantes, necesito tu ayuda.
-¿Mi ayuda? -murmuró incrédulo. -¿Por qué no se la pides a Cam?... Porque ella no te puede ayudar, por culpa tuya.
-Cameron. -volvió a corregir, con un poco más de molestia. -Y eso no fue mi culpa.
-Casi muere desangrada. Si no te hubiera visto con Enid ella hubiera ido contigo y nada le habría pasado. Es tu culpa.
-No sé por qué intenté que habláramos. -gruñó el chico, dándose la vuelta para irse, pero Ron volvió a hablar.
-Creo que Cameron estaría mejor si no estuviera contigo. De hecho, creo que estaría mejor muerta que contigo.
El comentario hizo que Carl parara de caminar, analizando las palabras del otro chico.
-Dime, ¿alguna vez has salvado tú a Cameron?, ¿o todo lo que haces es ponerla en peligro siempre?, si ella hubiera muerto sería tu culpa, cuando ella muera será tu culpa también. -volvió a hablar, haciendo que Carl sintiera su vista nublarse con enojo.
-Más te vale callarte. -Habló el ojiazul, viendo al otro chico.
-¿O qué?, ¿qué harás, Carl? -retó el pelirrojo, con diversión, como si no creyera que Carl le podría hacer daño. -¿Me matarás como mataron a mi padre?, ¿me matarás como casi matas a Cameron?
Antes de que el pelirrojo pudiera decir algo más, sintió un fuerte golpe en su rostro, que lo hizo tambalearse hasta caer al suelo.
Carl le había dado un puñetazo en la cara, y se había abalanzado sobre él, intentando volver a golpearlo, mientras Ron intentaba esquivarlo y patearlo para quitarlo de encima
A este punto ambos estaban golpeándose, probablemente les dejaría moretes por al menos unos días, pero ninguno parecía querer detenerse.
Hasta que Ron sintió una mano separarlo con fuerza de Carl, tirándolo lejos del ojiazul, y un gran cuerpo colocándose en medio de ambos adolescentes, para que no pudieran seguir.
Cuando Carl levantó la vista, Merle Dixon lo veía con molestia y algo de sorpresa.
- ¡Él empezó! -habló Ron, aún desde el suelo.
-Me importa una mierda. -aseguró el mayor. -váyanse, los dos.
Ron se levantó con rapidez del piso, yéndose de inmediato.
Carl seguía ahí, viendo al hombre.
-Merle, lo siento...
-Luego hablamos, niño, lárgate.
El chico asintió lentamente, alejándose del mayor.
(...)
Carl estaba junto a la camilla de Cameron, donde la chica llevaba un par de días ya.
Él jugaba con el cuchillo en sus manos, sin notar que Cameron había despertado, y que lo estaba mirando.
- ¿Qué te pasó en la cara, engendro? - se escuchó la cansada voz de la chica.
Carl tenía un par de moretes en su rostro, no se notaban mucho aún, solo si estabas cerca, como ella.
-Me caí. -explicó. - ¿Cómo te sientes? ¿quieres que te traiga algo para comer?
- ¿En serio crees que soy tan estúpida?
- ¿Podemos hablar de esto luego?
- ¿Quién hizo eso, Carl?, ¿qué hiciste? -insistió la chica.
-El otro terminó peor. -aseguró, con falso orgullo.
- ¡Carl! -regañó, sentándose en la cama con cuidado, para verlo mejor.
- ¿Sabías que estás algo pálida?, ¿tienes anemia o algo así?
-Voy a matarte.
-Tuve un problema con Ron, pero ya todo está bien. -aseguró el chico, ya rendido, pero con una sonrisa.
- ¿Ron te golpeó? -gruñó la chica, como si ya estuviera planeando como lo asesinaría.
-Me ofende que creas eso. -murmuró, acercándose a ella, dejando un pequeño beso en sus labios con dulzura, antes de seguir hablando. -Yo empecé. Pero él se lo merecía.
- ¿Qué mierda, Carl? -el chico sonreía mientras la escuchaba quejarse, mientras él solo dejaba besos por todo su rostro, hasta que ella lo detuvo. -Basta de eso, te estoy regañando.
Carl sonrió, dejando otro beso en sus labios.
-Iré a traerte algo para comer. -avisó, antes de salir del cuarto.
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