Semi-Automatic ❪Carl Grimes❫

₀₀₃ ɢᴏɴɴᴀ ᴍɪss ʏᴏᴜ

—Ayer Patrick estaba bien y hoy amaneció muerto. ¿Dos personas pueden morir tan rápido? —Hablaba Carol. —Debemos aislar a todos los que estuvieron expuestos.

—Es decir todos los del pabellón. Nos incluye a nosotros, estuvimos ahí. Podría incluso haber más. –Habló Daryl.

—Sabemos que esta enfermedad es letal. No sabemos con qué facilidad se propaga. ¿Sabemos de alguien más que esté mostrando síntomas?

—No podemos esperar a que muestren síntomas. –opinó Merle. —Hay niños, gente mayor. Está Judith.

—No es solo eso, si se mueren se convierten en una amenaza. –Habló Cameron.

El "consejo", que eran los Dixon, Hershel, Carol, Sasha, Glenn Maggie, y Rick, aunque los últimos dos no estaban, se encontraban en la biblioteca, pues después de lo que había pasado esa mañana, tenían que tener una reunión de emergencia.

Al parecer había una enfermedad, que era lo que había matado a Patrick y a otro señor del bloque de celdas, y no sabían qué tan mala podía ser.

—No podemos permanecer en el bloque D. –Habló Hershel. —No podemos arriesgarnos a entrar y limpiar.

—Podríamos usar el bloque A. –comentó Carol.

—¿El lugar que parece manicomio? –murmuró Cameron, algo insegura. —No sé si sea mucho mejor.

—Está limpio. Creo que eso es mejor. –opinó Daryl. —¿El Doctor S estará de acuerdo?

—Yo lo ayudaré a preparar todo. –asintió Hershel.

A lo lejos, afuera de la biblioteca, una fuerte tos comenzó a sonar.

—Vamos a morir. –susurró la niña, mientras veía a todos levantarse, para ir a ver quién era.

Tyresee, el hermano de Sasha, estaba junto a su novia, Karen, quien se encontraba tosiendo.

La niña la miraba desde la puerta, mientras los demás hablaban con ella, explicándole lo que estaba pasando.

Tendrían que aislarse un tiempo.

(...)

—¿Podemos hablar? –Cameron escuchó la voz de Carl, no muy cerca de ella.

La niña estaba ayudando a enterrar a los muertos, sus hermanos ya habían hecho los huecos y metido los cuerpos, ella solo tenía que volver a llenar todo con tierra.

—No podemos estar cerca. –recordó Cameron, viéndolo.

—Me quedaré aquí, dos tumbas de distancia. –bromeó, mientras la miraba. —Es importante.

—Entonces habla. –autorizó, sin dejar de llenar los huecos con tierra.

Carl se mantuvo en silencio unos segundos, como si se estuviera arrepintiendo, pero finalmente habló.

—Carol le está enseñando a los niños a usar armas.

Cameron se detuvo am escucharlo, volteándolo a ver, casi sin poder creerlo.

—¿Es en serio?

—La vi. Ayer cuando entré a la biblioteca para el club de lectura. Espera a que los padres se vayan para enseñarles de armas.

—¿Y qué opinas de eso?

—¿Tú qué opinas?

—No seas condescendiente conmigo, mocoso.

—Bueno, bueno. –sonrió ligeramente. —Creo que, aunque no lo entendiera, luego habría apreciado si me hubieran enseñado esas cosas en el campamento de Atlanta. Y podría haber evitado otras cosas. Pero no me gusta ocultarle eso a mi papá.

—Entonces ve y dile.

—¿Estás segura?

—No. Pero si esperara a estar totalmente segura de algo nunca haría nada.

Carl asintió, con una sonrisa.

—¿Quieres tu sombrero de vuelta?

—Me gusta verte con él. –murmuró, algo tímido, lo cual, por alguna razón, la hizo sonreír más.

—Igual no te lo quería dar. –aseguró, viéndolo. —¿Carl? –murmuró la niña, llamando su atención. —¿Ya no podremos estar juntos en el techo escuchando música?

—Supongo que no, al menos no por unos días.

—Voy a extrañar estar ahí contigo.

—Yo te voy a extrañar a ti.