¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cameron estaba en el desayunador de la casa, llevaba al menos veinte minutos solo observando la comida, sin probar ni un poco.
Rick llevaba desde el día de ayer en otra casa, en donde lo habían curado, pero él no había despertado aún.
Y Carl no se había separado de su padre desde entonces.
Michonne le había avisado que intentaría que Carl regresara a la casa ese día, Cameron no sabía si sería mejor o peor.
Estaba sintiendo algo que hace mucho no sentía, que había olvidado que era capaz si quiera de sentir: culpa.
No por haber golpeado a Rick, algún día se disculparía con él por eso, sino porque Carl estaba preocupado por su culpa.
Cameron cerró sus ojos con fuerza, mientras escuchaba la voz de Carl a lo lejos, y la puerta de la casa abrirse.
-Te dejamos comida en el microondas, supusimos que tendrías hambre. -habló Glenn, quien estaba junto a Merle en la sala.
Carl caminaba hacia la cocina, se notaba más cansado y apagado de lo normal, se notaba que había dormido poco o nada, haciendo que Cameron se sintiera aún peor.
La chica lo vio tomar su comida, y, para su sorpresa, se sentó frente a ella, pero aún no siquiera la había mirado.
-No lo quería golpear tan fuerte. -susurró, intentando que Carl al menos la viera. -En serio no quería... en realidad sí, un poco, pero no quería lastimarlo de verdad. Sé que no debía golpearlo...
-Sí debías. -se escuchó la voz del chico, mientras la miraba de reojo. -Hiciste lo que tenías que hacer, Rick es peligroso, yo lo sé.
Cameron asintió lentamente, algo confundida.
-No lo golpeé tan fuerte.
-Ya estaba lastimado, no fue culpa tuya. -aseguró, con una pequeña sonrisa, algo forzada.
-Deberías estar enojado conmigo. Deberías querer matarme.
-No, no debería, y más te vale que no quieras. -se escuchó la ronca voz de Merle, algo amenazante, antes de salir de la casa, junto a Glenn.
-Tú hermano tiene razón.
-Mi hermano no ha tenido razón ni una sola vez en todos sus años de vida.
-No estoy enojado. Él se lo merecía.
-Pero te sientes mal por eso...
-Solo estoy preocupado, es todo.
-Pero...
-Cam, estoy bien. -la interrumpió, con una pequeña risa, mientras la miraba. Ella asintió lentamente, aún algo desorientada. -¿Eso es todo lo que te preocupa?
-Es todo lo que es importante en este momento.
-Eso no es lo que pregunté.
Cameron asintió lentamente, sin saber qué decir. O si era mejor solo quedarse callada.
Pero ella nunca se quedaba callada.
-Carl, ¿nunca te has preguntado si la única razón por la que yo te gusté es porque no había más niñas en el campamento?, digo, después de Sophia...
-No creo que haya sido por eso.
-Ni siquiera me hablabas antes de que ella se fuera.
-Pero nosotros hablábamos de ti. -aseguró. -Ella siempre me contaba como ambas iban a ser mejores amigas. Y yo recuerdo mirarte, admirarte por todo lo que hacías. Y luego tuve una excusa para hablarte y pasar tiempo contigo para que me enseñaras a usar armas y me dijiste que no. -recordó, causando que Cameron riera.
-Pero nunca tuviste a nadie más así, no sabes si alguien te puede gustar más que yo. -insistió.
Carl se quedó en silencio unos segundos, intentó entender por qué decía esas cosas.
-¿Te gusta alguien más?... ¿Ron o Mickey o algo así? -preguntó algo inseguro, pero Cameron hizo una mueca de asco.
-¿Los haz visto?, ¿los escuchas hablar?, sé que es el fin del mundo, no me gusta ser ambiciosa, pero mierda, Carl, tengo estándares.
Carl asintió con una sonrisa divertida.
-¿Entonces por qué preguntas eso?
Cameron miró al chico unos segundos, pensando en qué decirle.
No quería mentirle, pero se estaba empezando a sentir estúpida por haberle creído, aunque sea un poco, a Ron.
-Te vi llegar con Enid.
-Cam...
-Sé que es una estupidez, prometo no volver a preguntar.
-Está bien si tienes preguntas como esas. No te preocupes. -Carl se acercó un poco a ella, dejando un beso en su frente. -Fui con Enid porque la vi salir de los muros, solo quería asegurarme de que nada pasara. Sé que no estamos acostumbrados a tener a otras personas de nuestra edad, pero no creo que debamos preocuparnos.
-Lo sé, pero creí que preferirías a alguien un poco menos...
-¿Agresiva?, ¿impulsiva?, ¿fuerte?, ¿valiente?, ¿violenta? -empezó a responder con diversión.
-¿Desde cuándo sabes tantas palabras, mocoso?
-¿Respondona?
-Más te vale parar ahí.
Carl solo asintió mientras la escuchaba, y se acercó para dejar un pequeño beso en sus labios
-Cam, suena aburrido estar con alguien que no seas tú.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
