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-No entiendo una puta mierda, Carl. -gruñía Cameron, por tercera vez en los últimos diez minutos.
Ambos niños estaban en una de las celdas, donde tenían a Judith, en su nueva cuna, durmiendo, mientras Carl le enseñaba a armas y desarmar una pistola, junto a otras cosas.
Si bien Cameron no usaba armas de fuego, Carl había insistido en que era necesario.
Ese día Rick, Hershel y Daryl habían salido a tener una "reunión" con el Gobernador, por lo que ambos necesitaban distraerse, así que ella aceptó que le enseñara.
Aunque, y Carl empezaba a asustarse al respecto, él tenía miedo de que Cameron terminara lastimada algún día, pues tomar las flechas, colocarla en el arco y todo lo demás de implicaba usar esa arma, a veces podía tardar un poco.
Él no quería que algo malo le pasara a Cameron.
-De acuerdo, otra vez. -susurró él, acercándose a la niña.
Le explicaba paso a paso que hacer, mientras le mostraba con su arma, intentando hacer todo lo más fácil posible.
Aunque, para ser justos, tener a Merle viéndolo desde afuera de la celda, mientras afilaba su mano-cuchillo, no era muy fácil.
Carl sentía como si el hombre le fuera a cortar la garganta si se acercaba mucho a ella, aunque sentía que valdría la pena si le enseñaba a defenderse mejor.
-¿No podemos ir afuera a disparar? -preguntó la niña, viendo a su hermano.
-Señor Comisario Amigable no quiere que atraigamos más caminantes al patio de la prisión. -se burló el mayor, con su típica voz áspera, haciendo que la niña pusiera los ojos en blanco con molestia.
-Debes aprender lo básico primero. -explicó Carl, viéndola, ella sólo asintió.
Carl vio como Merle se levantaba de donde estaba recostado, yendo al primer piso de la prisión, dejándolos solos.
Así que se acercó un poco más a Cameron.
Colocó las manos sobre las de ella, con cuidado, para intentar no abrumarla, mientras le ayudaba a recargar el arma.
Cameron volteó a verlo, con confusión, y él ya la estaba mirando.
Pero Carl la miraba distinto, como si se acabara de dar cuenta lo que era "amor". Como si acabara de aceptar que le gustaba Cameron.
Y se acercó un poco a ella.
-¿Me matarás si te beso? -susurró el niño con nerviosismo.
-No me arriesgaría si fuera tú. -susurró Cameron, levantándose del suelo, donde ambos estaban sentados.
Y salió de la celda.
Dejándolo solo.
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La verdad tengo curiosidad de cómo reaccionaran a este capítulo, ya que se emocionan ante la más mínima interacción física que Carl y Cam tienen.
