₀₁₂ ᴛᴀᴋᴇ ᴍᴇ ʙᴀᴄᴋ ᴛᴏ sᴀɴᴛᴀ

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Aún no pasaban veinticuatro horas desde que Cameron estaba sola con sus hermanos y ya los quería matar a los dos

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Aún no pasaban veinticuatro horas desde que Cameron estaba sola con sus hermanos y ya los quería matar a los dos.

Acababan de salvar a una familia de latinos que estaban en un puente, y tenían un bebé, Merle lo primero que había hecho cuando ya no había caminantes había sido entrar al auto para buscar qué llevarse.

Daryl le tuvo que apuntar con la ballesta para que saliera del auto.

Ahora los tres caminaban por el bosque, Cameron iba un poco separada de sus hermanos, mientras los escuchaba discutir.

—¿Por qué mierda me apuntaste con esa cosa? –gruñía Merle, caminando detrás de Daryl.

—Tenían miedo...

—Fueron groseros. Fueron groseros y estaban en deuda con nosotros.

—No estaban en deuda con nadie. –siguió Daryl, intentando no darle importancia.

—¿Ahora ayudas a los demás por la bondad de tu corazón?, ¿arriesgando tu vida y la de Cam?, ¿eso te enseña tu alguacil?

—¡Había un bebé! –gritó Daryl, parando de caminar, para verlo.

Cameron solo los veía a ambos, sin decir nada.

—Y si no hubiera estado ese bebé, ¿los hubieras dejado ahí para que se los comieran?

—Hombre, ¡volví por ti! –cambió el tema el arquero. —Te habías ido. –señaló su no-mano. —Tú hiciste eso. Si te dejaron en esa azotea, fue porque eso merecías.

Merle lo veía, con acidez.

—¿Sabes qué me causa gracia? –Habló el mayor. —Tú y el comisario son como uña y mugre ahora. Pero apuesto cualquier cosa a que nunca le dijiste que planeábamos robar ese campamento.

—Pero no lo hicimos...

—Claro. Porque yo no estaba para ayudarte.

—¡Claro que no estuviste!, ¡cómo cuando éramos niños!

—¿Y por eso perdí mi mano?

—¡La perdiste porque eres un imbécil miserable!

Daryl intentó pasar a su lado, para seguir caminando, pero Merle lo agarró de la camisa, rompiéndola.

El arquero estaba en el suelo, con su camisa completamente rota, dejando ver todas las cicatrices de su espalda.

Merle lo observó unos segundos, arrepintiéndose.

—No sabía que él...

—Sí lo sabías. –gruñó el arquero, colocándose su bolso, volviendo a ponerse de pie. —Te hacía lo mismo. Por eso me abandonaste. Y por eso regresaste cuando supiste de Cam, pero no evitaste nada, ¿sabías?

—Tenía que irme. Si no me iba lo hubiera matado.

Cameron empezó a caminar, alejándose de ambos, esto llamó la atención de los dos hombres.

—Cam, ¿dónde vas? –llamó Daryl, viendo a la niña.

Ambos caminando hacia su hermana, dejando de discutir por primera vez en los últimos diez minutos.

Y al llegar a ella, vieron su rostro.

Lleno de lágrimas.

—Cariño, ven aquí... –Merle intentó acercarse, pero ella se alejó.

—¡Quiero volver con Santa! –gritó la niña, entre lloriqueos. —Ustedes dos son horribles juntos, ¡hace dos noches casi se matan a golpes y hoy vuelven a discutir!, ¡son iguales que papá!

Ambos hombres solo la miraban, sin saber qué decir. Tampoco podían acercarse a ella, pues Cameron sólo se alejaba más.

—¡Merle debería estar en la prisión con nosotros, pero no quiere dejar de ser un idiota, ni siquiera por mí! –evidenció la niña. —Ahora, llévame de vuelta a Santa. –ordenó, mirando al arquero.

Daryl sólo asintió, miró unos segundos a Merle, antes de empezar a caminar junto a su hermana.

A los pocos segundos, los pasos de Merle iban detrás de ellos.

A los pocos segundos, los pasos de Merle iban detrás de ellos

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Semi-Automatic ❪Carl Grimes❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora