Semi-Automatic ❪Carl Grimes❫

₀₁₄ ᴡᴇ ᴀʟᴡᴀʏs sʜᴀʀᴇ

—¡Vamos Mich! –apoyaba Cameron.

—¡Deberías estar en mi lado! –se quejó Carl, viéndola con diversión, mientras Michonne se reía.

Habían pasado unos dos días desde que habían encontrado los carteles para ir a Términus, y aún estaban en camino.

En ese momento estaban Carl y Michonne sobre las vías de tren, compitiendo por dos barras de chocolate. El que se caía perdía, así que Cameron vigilaba que ninguno hiciera trampa.

Hasta que Michonne, por estarse riendo, se cayó.

Carl celebraba, mientras la niña veía a la mujer, negando.

—¿Mi premio? -pidió el niño, extendiendo la mano hacia la mujer, quien de mala gana sacó los dos chocolates de su bolso.

Cameron notó cómo ella intentaba esconder el chocolate más grande en su mano, para que Carl tomara el otro.

—Dijiste que el ganador elegía.

Michonne rodó los ojos, dándole el chocolate más grande.

—De acuerdo, lo ganaste de manera legal. –aceptó la mujer.

Carl abrió el chocolate, partiéndolo, para darle un trozo a cada una, ellas lo miraban confundidas.

—¿Qué?, siempre compartimos.

Michonne le agradeció en voz baja, mientras empezaba a caminar otra vez, hacia Rick, quien los observaba a unos metros más adelante.

Cameron le sonrió a Carl, antes de empezar a caminar junto a él.

—Si Michonne y yo hubiéramos ganado, me habría comido el chocolate mientras me reía de ti.

—Lo sé. Pero no ganaste. –se burló, haciendo que Cameron le jalara un mechón de su, ya bastante largo, cabello.

Los cuatro seguían caminando, aunque ya se estaba haciendo tarde, por lo que se adentraron un poco al bosque, para armar su pequeño campamento para la noche.

Rick hacía la fogata, mientras Michonne abría las latas de comida, Cameron y Carl colocaban unos hilos en los árboles, que rodeaban donde iban a dormir, y les colocaban unas latas, para que sonarán si algo se acercaba.

Cuando ambos niños terminaron, Cameron empezó a subir a uno de los árboles, pues ella dormía ahí, lo encontraba extrañamente cómodo, aunque Carl había insistido en que un día terminaría cayendose.

Cameron se sentó en una rama del árbol, con su arco en mano, por si veía algún animal que pudiera cazar, según ella así podrían racionar las latas de comida.

Logró atrapar, en menos de media hora, dos ardillas, mientras los otros tres la veían desde abajo, mientras comían. La niña se bajó del árbol, yendo por ellas, y se sentó en el suelo a abrirlas, como Daryl le había explicado varias veces.

Los demás la veían, Carl estaba casi riendo por las expresiones de los dos adultos, Cameron solo seguía comiendo, ignorándolos.

Cuando la niña terminó, tiró el resto de los animales lejos, y volvió a subir el árbol, pues ya estaba anocheciendo.

Cameron usualmente dormía abrazada al árbol, le ayudaba a no sentirse tan sola, aunque le era difícil dormir. Últimamente lloraba hasta sentirse lo suficientemente cansada, le funcionaba.

Carl sabía que ella extrañaba a sus hermanos, tanto como él extrañaba a Judith, sabía que ella necesitaba su espacio, hasta sentirse mejor, como ella lo había ayudado a él.

Pero realmente quería ayudarla a sentirse mejor él mismo, quería que ella supiera que tenía su apoyo y que no estaba sola.

Pero Cameron igual se sentía sola.

Ella antes era buena para sentirse así, se había acostumbrado a eso, solo que después de tanto tiempo finalmente teniendo a sus hermanos, estando con el grupo completo y las personas de la prisión, después de pasar ese par de meses teniendo un hogar y una cama para dormir todas las noches, se había olvidado de lo frío que el aire solía ser por las noches, de lo duro que era el suelo y de lo silenciosa que eran las noches cuando no se escuchaban las voces del grupo hablando en la cena, cuando no podía molestar a sus hermanos, y cuando las risas de Judith no resonaba en las paredes.

Se había olvidado lo que era sentir miedo al dormir, porque no sabía si despertaría sola otra vez.

Carl solo quería que ella supiera que él no se iría de su lado, quería protegerla, quería hacerla sentir bien.