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Daryl abrió sus ojos con dificultad, la luz brillante del sol pegó en su desorientado rostro.
Había caído montaña abajo y había terminado tirado en un río, solo.
Cuando finalmente logró enfocar la vista, esperaba ver a su hermana cerca, intentando ayudarlo, o al menos maldiciéndolo por no despertar, pero en su lugar estaba el rostro sonriente de su hermano.
-¿Por qué no te sacas esa flecha del torso, idiota? -se escuchó la áspera voz del mayor de los Dixon. -Podrías vendarte la herida mejor.
-Merle...-el bajo susurro del arquero hizo al mayor sonreír.
-¿Qué haces aquí?, ¿tomas una siesta?
-Hoy fue un día del demonio...
-¿Te alcanzo una almohada? -se burló Merle. -¿Tal vez un masaje en los pies?
-Púdrete.
-Por lo que veo tú ya estás podrido. Tantos años intentando hacerte un hombre y mirate, ¿con esto me pagas?, estás tirado en el barro, como condón usado, morirás aquí, hermanito, ¿y todo por qué?
-Una niñita... Está perdida.
Merle endureció su mirada, tomando el rostro de su hermano con fuerza.
-¿Perdiste a Cameron, imbécil?
-¿Cameron?, no. Ella está bien... -murmuró inseguro. -Es una niña del campamento.
-¿Ahora tienes una cosa por las niñitas?
-Cállate.
-Porque noté que ya nadie busca al viejo Merle.
-No es tan fácil, viejo. Tú no viste a Cameron llorando por ti todas las noches, enterrando tu mano porque era todo lo que tenía. No podía irme a buscarte, debía estar con ella. Pero te buscamos. Regresamos por ti. Rick y yo volvimos y no estabas.
-¿El mismo Rick que me esposó en el techo en primer lugar hasta obligarme a cortar mi mano?
Daryl bajó un poco la mirada hacia el brazo de su hermano. Sus dos manos estaban intactas.
-Así que Rick. ¿Eres su perra ahora?
-No soy la perra de nadie.
-Estás ahí haciendo mandados para todos esos idiotas, negros y demócratas. -se rio el mayor. -Eres un bicho raro para ellos. Al igual que Cameron. Solo unos campesinos raros sin autocontrol o educación. Eso es todo lo que son para ellos, se ríen de ustedes a sus espaldas, lo sabes ¿no? Un día de estos los dejarán tirados, los limpiarán de sus suelas como si fueran mierda de perro.
Daryl seguía batallando con mantener sus ojos abiertos, todo daba vueltas alrededor, ni siquiera se podía sentir el dolor de la flecha.
Hasta que Merle tomó su camisa, intentando mantenerlo concentrado.
-Ellos no son tu gente, no son tu familia. Si tuvieras huevos volverías y le dispararías a Rick en mi nombre, justo en la frente. Te podrías ir junto a Cam después, para no mantenerla en un lugar con gente a quien no le importa un carajo nuestra hermanita, ella debe estar cansada de estar rodeada de gente así. Pero no lo harás. -Merle sujetó la barbilla del arquero. -Escúchame bien, hermanito. A nadie le importas. A nadie le importarás más que a tu familia. Ahora levántate de ahí y ve a buscar a Cameron o te rompo los dientes.
Merle se puso de pie, empezando a patear un poco a su hermano.
Daryl sintió como lo jalaba de los pies ligeramente, y, en lo que pareció un parpadeó, la imagen de Merle se desvaneció, dejando a un caminante en su lugar.
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