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-¡Y luego le di al blanco tres veces seguidas! -celebraba Carl.
-Felicidades, Carl. Apuesto a que la próxima lograrás incluso cinco veces seguidas. -apoyaba la niña, sin importancia en su voz, aunque, muy en el fondo, le parecía bien la idea que el niño ya no fuera completamente inútil.
Carl había pasado con los demás un rato en la tarde practicando su puntería con armas de fuego, lo primero que hizo al terminar fue correr hacia Cameron, quien se encontraba practicando su puntería con el arco en un árbol, y contarle lo bien que lo había hecho, casi como si quisiera impresionarla o hacerla sentir orgullosa.
-Haré diez seguidos, te lo juro, algún día no fallaré nunca. -aseguró el ojiazul, mientras Cameron disparaba sus flechas. -¿Por qué tú no usas pistolas, Cam... Eron? -se corrigió de inmediato, para no molestarla.
-Quiero aprender a usar el arco bien primero, sé que si se lo pido a Daryl él me enseñará a usar otras armas, así que no tengo prisa. -respondió la niña con sencillez, mientras colocaba otra flecha en el arco con rapidez. -Merle me dijo una vez que el arco o la ballesta hacen que tenga una casi perfecta puntería, así que las otras armas no serán nada difícil.
-Sí alguna vez te encuentras en peligro y es necesario usar una pistola, y Daryl no está cerca, prometo cuidarte en su nombre. -comentó el niño, llamando la atención de la rubia.
-No necesito que me protegas, ¿y por qué mierda no estaría con Daryl?, ¿qué le hiciste a él en tu perversa imaginación? -lo acusó, viéndolo.
-Tal vez está ocupado, o salió a buscar provisiones. -explicó.
-Más te vale. -Cameron caminó hacia el árbol, para ir a recoger sus flechas, Carl venía caminando detrás de ella. -Pareces un piojo pegado a mí. -avisó.
-¿Quieres que me vaya?, no tengo con quién más estar ahora que Sophia está muerta.
La niña lo miró confundida. Él había sido realmente positivo respecto a ese tema.
-¿Porqué dices que está muerta? -Cameron intentaba no sonar muy brusca, pues ella misma también sabía que para ese entonces la niña difícilmente estaría viva.
-Shane dice que no hay forma de que Sophia pueda sobrevivir tanto tiempo sola, que si la encontramos ya estará muerta.
-No está muerta. Solo no está aquí. Como Merle. Pero ellos volverán.
-¿Me lo prometes? -susurró el niño. Cameron no sabía qué responder, sólo asintió.
-Te lo prometo, Carl.
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