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-Lori, recuéstate. -pidió Maggie.
Los cuatro habían entrado a una extraña habitación de la prisión, la mujer embarazada caminaba dando vueltas en círculos, mientras se quejaba.
-No puedo, debo tener al bebé. -avisó la mujer.
-Entonces hay que volver a nuestro bloque con Hershel. -Habló Carl.
-No, es arriesgado. -recordó Maggie. -Deberás de tener al bebé aquí.
Lori había empezado a respiran agitada, mientras Maggie le quitaba el pantalón, y ella se acostaba en el suelo.
-Deberán ayudarme a traer al nuevo bebé. -Habló la castaña, viendo a ambos niños. -¿Se animan?
Cameron la veía asustada, o tal vez asqueada, mientras negaba.
Maggie revisaba a Lori, mientras ambos niños se mantenían a unos metros, viéndolas con rareza.
-¿Sabes hacer esto? -preguntó Carl.
-Mi papá me enseñó, pero es mi primera vez. -explicaba Maggie.
Lori se puso de pie, con ayuda de Maggie, para pujar.
Cameron la veía con terror, mientras escuchaba los gritos de dolor de la mujer.
-¡Lori, espera! -gritó Maggie. -Algo está mal.
Ambos niños vieron las manos de la mujer, que estaban llenas de sangre.
Maggie acostó a Lori en el suelo, con la ayuda de ambos niños.
-Debemos llevarte con mi papá, hay mucha sangre, ni siquiera creo que estés dilatada. -Hablaba Maggie, con voz temblorosa por los nervios. -No importa cuánto pujes, no funcionará.
-Sé lo que significa. -susurró la mujer. -No perderé al bebé. Debes cortar.
-Puedo ir yo por Hershel, limpiar los pasillos de camino. -Habló Cameron, viendo a Maggie, pero Lori habló de inmediato.
-Es peligroso, no le quitaré a Daryl su hermanita. -murmuró la mujer.
-Carol fue la que practicó. -Habló Maggie. -Papá me explicó, pero yo no tengo anestesia ni equipo...
-Carl tiene un cuchillo. -Habló la mujer.
Cameron entendió de inmediato lo que estaba a punto de suceder, y volteó a ver a Carl, que estaba a su lado.
-No sobrevivirás. -recordó Maggie, su rostro ya tenía unas lágrimas de desesperación.
-Mi bebé debe sobrevivir. Por favor. Mi bebé...
Maggie seguía negando, mientras Lori suplicaba.
Carl estaba a un lado de su madre, viéndola.
-¿Ves la cicatriz de mi cesárea?, debes cortar justo ahí. -Habló la mujer.
-No puedo. -negó Maggie.
-Sí puedes, tienes qué. -aseguró Lori, antes de mirar a su hijo. - ¿Carl, cariño?, no quiero que tengas miedo, esto es lo que quiero hacer, es lo correcto. Cuida a tu padre por mí, ¿de acuerdo?, y a tu pequeño hermano o hermana. -pidió.
-No tienes que hacer esto. -suplicó el niño, entre lágrimas.
-Vas a estar bien. Vencerás este mundo, yo lo sé. Eres fuerte, inteligente. Eres muy valiente. Y te amo...
-También te amo.
Para sorpresa de Dixon, Lori la volteó a ver.
-Quiero que cuides a Carl por mí. Eres fuerte, sé que lo sabes, eres inteligente, incluso más que tus hermanos. Se mejor que ellos, eres buena...
Cameron solo asintió, sin decir nada.
Lori regresó la vista a su hijo.
-Quiero que hagas siempre lo correcto. Sé que es fácil hacer lo que está mal en este mundo. Así que, si no es correcto, no lo hagas. Si parece fácil, no lo hagas. No dejes que este mundo te arruine. -suplicó, mientras limpiaba las lágrimas del rostro de su hijo. -Eres muy bueno, mi dulce niño. Eres lo mejor que tengo. Y te amo...
Carl abrazó a su madre, seguramente, por última vez. Ambos lloraban, Lori le decía cuánto lo amaba.
Hasta que finalmente se separaron.
-Maggie, cuando esto termine debes dispararme. ¡Debes hacerlo, no puede ser Rick! -Habló Lori.
Maggie asintió, llorando.
Carl le entregó el cuchillo a la mujer.
Lori suspiró.
-Buenas noches, amor.
Maggie la miró, antes de hablar.
-Lo siento...
Y la cortó.
Lori empezó a gritar por el dolor. Pero solo duró unos cuantos segundos, antes de que se desmayara.
Cameron abrazaba a Carl, intentando que no viera a su madre, mientras una de sus manos ayudaba a Maggie a sacar al bebé.
Pero, cuando finalmente lo sacaron, no lloraba.
Maggie empezó a darle pequeños toques en el pecho, hasta que finalmente se escuchó su llanto.
Carl rápidamente se quitó su chaleco, entregándoselo a la mujer, para que cubriera al bebé.
-Hay que irnos. -Habló Maggie, levantándose del suelo, caminando hacia la salida.
-Vamos, Carl. -susurró la niña, poniéndose de pie.
-Si la dejamos aquí, se convertirá. -recordó.
Cameron asintió, tomando una de sus flechas, pero Carl la detuvo.
-Debe ser alguien que la quiera, ¿cierto?, tú lo dijiste.
-No tienes que...
-Tengo que. -aseguró. -Es mi mamá.
Dixon lo miró unos segundos, antes de asentir. Y dejó un beso en su frente, antes de ir junto a Maggie.
Y, antes de que ambas llegaran a la puerta, se escuchó el disparo.
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