Semi-Automatic ❪Carl Grimes❫

₀₀₇ ᴡᴏᴏᴅʙᴜʀʏ

Daryl y Carl caminaban por los pasillos sucios de la cárcel, buscando caminantes que matar.

Carl se veía más decaído que antes, todos lo habían notado.

—A mi mamá le gustaba el vino. –comenzó Daryl, mientras caminaban. —Y fumar en la cama Virginia Slims. Un día yo estaba jugando con los niños del vecindario, como Merle no estaba podía hacerlo. Ellos tenían bicicletas, yo no. Escuchábamos como las sirenas se hacían más fuertes, ellos subieron y las siguieron, para ver algo. Yo los seguía corriendo, pero no podía alcanzarlos. Doblé en una esquina y vi a mis amigos mirándome. Diablos, vi que todos me miraban. Había camiones de bomberos en todos lados, gente del vecindario. Era mi casa por la que estaban ahí. Y mi madre en la cama, hecha cenizas. Eso fue lo más difícil, que no quedara nada. Solo se esfumó. No quedaba nada de ella.

Carl lo escuchaba con atención, mientras caminaba, mirando el suelo, Daryl revisaba en unas puertas si había caminantes.

—La gente me dijo que era mejor así. No sé, me hacía sentir como que no era real...

—Le disparé a mi mamá. –confesó Carl, llamando la atención de Daryl. —Ella estaba inconsciente, no se había convertido aún. Cameron lo iba a hacer por mí, pero debía ser yo.  Yo la maté, fue real. –ambos se mantuvieron en silencio unos segundos, y el niño continuó. —Lamento lo de tu mamá.

Daryl lo miró unos segundos, antes de asentir.

—Lamento lo de la tuya.

(...)

Cameron estaba sentada en una mesa, fuera de las celdas, viendo a la extraña mujer que habían encontrado, mientras jugaba con la katana que ella traía, casi burlándose.

Rick, Daryl y Hershel estaban frente a la mujer, que ni siquiera había dicho su nombre aún.

—Podemos curarte esa herida. Darte comida y agua para el camino. –Hablaba Rick. —Pero tendrás que decirnos cómo nos encontraste, y por qué traías fórmula.

La mujer miró al hombre un momento, antes de hablar.

—Las cosas se le cayeron a un hombre asiático, con una chica linda.

—¿Los atacaron? –preguntó Hershel, con preocupación.

—Se los llevaron. –explicó la mujer.

—¿Quién se los llevó? –preguntó Rick.

—El mismo hijo de puta que me disparó en la pierna...

—Ellos son nuestros amigos, así que mejor empieza a hablar. –ordenó Rick, apretando la herida de la mujer, que de inmediato se levantó de donde estaba.

Daryl le apuntaba con la ballesta, y Cameron con la katana.

—Si no hablas tendrás mayores problemas que una herida de bala. –aseguró el mayor, la mujer lo miraba amenazante.

—Encuéntrenlos ustedes.

Rick miró a los Dixon, para que bajaran las armas, lo cual tuvieron que hacer.

El líder se colocó entre los Dixon y la mujer, mirándola.

—Viniste aquí por una razón.

—Hay un pueblo. –confesó. —Woodbury. Son unos setenta y cinco sobrevivientes. Creo que se los llevó ahí.

—¿Todo un pueblo? –preguntó Cameron, sorprendida.

—Lo lidera un hombre que se llama a sí mismo el Gobernador. Apuesto, encantador, como líder de secta estilo Jim Jones.

—¿Tiene poder? –preguntó ahora Daryl.

—Solo muchos aspirantes a militares. Tienen centinelas armadas en cada muro.

—¿Sabes cómo entrar? –preguntó Rick.

—Los caminantes no pueden, pero nosotros podríamos meternos.

—¿Cómo supiste llegar?

—Ellos mencionaron una prisión. Dijeron en qué dirección estaba y que era un trayecto corto.

El líder la observó un momento, antes de asentir.

—Este es Hershel, el padre de la chica que se llevaron, él te curará eso. –explicó.

Rick le hizo una señal a los Dixon, y los tres regresaron a las celdas.