₀₁₃ ғᴏʀ ᴀʟʟ

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—Yo quiero ir, esto no es justo

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—Yo quiero ir, esto no es justo. –se quejaba Cameron, mientras bajaba las escaleras junto a Carl.

—Michonne cree que deberías quedarte y recuperarte del disparo, y honestamente yo también pienso eso.

—Honestamente jódete.

—Cameron, te dispararon, quédate a descansar.

—Es solo un disparo.

Carl la volteó a ver, con una divertida sonrisa, dándole un pequeño beso en la comisura de los labios,intentando distraerla.

—Solo iremos a buscar suministros, volveremos en un par de horas, será rápido.

—De acuerdo, pero si encuentras dulces guárdame uno. –pidió.

Carl salió de la casa, donde Michonne lo estaba esperando.

Cameron caminó al cuarto cuando la mujer y el niño se habían ido, empezando a revisarlo.

La niña guardaba unas camisetas en su bolso, veía un par de comics y los leía un poco, o simplemente caminaba por el cuarto.

Hasta que escuchó la puerta de abajo volver a abrirse.

Y luego voces, varias voces de hombres desconocidos, entrando

(...)

—Oigan, ¡aquí hay mujeres viviendo!, hay unas blusas aquí abajo secándose.

—¿Son bonitas?

—No se emocionen, no están aquí.

—Pero volverán, las pido.

Cameron sentía su respiración cada vez más agitada, mientras escuchaba las voces de los hombres por toda la casa, y veía el cadáver de uno de ellos al frente suyo, al hombre que acababa de matar.

La niña estaba adentro de uno de los baños, con su mochila en la espalda y sus armas listas, intentando buscar una forma de salir.

Al entrar había un hombre, del que ella se había ocupado rápidamente, ahora solo debía escapar.

La niña se acercó a una de las ventanas del baño, abriéndola lentamente, intentando no hacer ruido.

Hasta escuchó a alguien entrar al baño.

Al voltear ahí estaba Rick, viendo el cadáver del hombre.

Estaba todo sudoroso y asustado.

Ella solo lo saludó con una pequeña seña con la cabeza, antes de seguir abriendo la ventana.

El hombre no dijo nada, solo tomó las armas del hombre, y su chaqueta.

—Los Grimes son tan ladrones. –susurró la niña, en voz baja, mientras salía lentamente por la ventana.

Rick fue detrás de ella, ambos se sugetaron para no caer, pues si hacían el mínimo ruido los podrían descubrir.

Cameron vio como Rick saltaba del techo de la casa, probablemente lastimándose un poco en el proceso, mientras ella por su parte, subía a la rama de un árbol que estaba cerca, y bajaba por él.

Claramente no era la primera vez que escapaba de una casa.

Ambos caminaban agachados, hacia el frente de la casa, pero en el pórtico estaba uno de los hombres, al parecer comiendo algo.

Cameron miró al mayor, haciéndole una pequeña seña de pistola en la cabeza, pero él solo negó.

Los dos se quedaron ahí un rato, escuchando al hombre silbar.

Pero, a lo lejos, Cameron vio a Carl y a Michonne acercarse, Rick también los veía, sabiendo que tendrían que actuar rápido.

La niña colocó una flecha en su arco lentamente, preparándose para disparar, mientras Rick se levantaba.

Pero un grito sonó dentro de la casa.

El hombre que estaba en el pórtico entró corriendo, se escuchaban gruñidos en el segundo piso.

Ella sabía que probablemente era el hombre que ella había matado hace un rato.

Sin decir anda, ambos empezaron a correr lejos del lugar, yendo hacia Carl y Michonne.

—Hay que irnos. –ordenó el líder, sin dejar de correr.

Los otros dos no hicieron preguntas, pues en la casa se escuchaban un par de disparos, además de que la camisa y las manos de Cameron tenían algo de sangre.

Los cuatro siguieron corriendo, hasta llegar a las vías de tren.

Se detuvieron un momento para respirar.

—¿Les hicieron algo? –preguntó la mujer, viéndolos a ambos, quienes solo negaron, sin hablar.

—¿Seguros que están bien? –Habló ahora Carl.

—Todo bien, estamos vivos y Rick consiguió una chaqueta nueva, creo que estamos genial. –susurró la niña, mientras volvía a caminar, por las vías de tren.

Ninguno hablaba, probablemente estaban ocupados viendo al rededor con paranoia, por su los hombres aparecían.

Luego de un rato, Carl sacó algo de su mochila, acercándoselo a Cameron.

—Gomitas. –sonrió la niña, mientras veía la colorida bolsa. —Gracias.

Cameron iba ahora comiendo sus gomitas, que compartía con Carl, mientras Rick y Michonne caminaban detrás, a unos metros de ellos.

Hasta que se detuvieron, viendo un vagón que estaba al lado de las vías, con un extraño cartel.

"Santuario para todos. Comunidad para todos. Los que llegan sobreviven."

Abajo tenía un pequeño mapa hacia "Términus"

Los cuatro se acercaron, observando el cartel, para luego ver a Rick.

—Vamos. –asintió el hombre, viéndolos.

Ambos niños sonrieron, volviendo a caminar por las vías.

Ambos niños sonrieron, volviendo a caminar por las vías

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Semi-Automatic ❪Carl Grimes❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora