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-Carl, estoy bien, en serio. -insistía la chica, mientras veía como el ojiazul intentaba limpiar la herida de su torso. -Eres un exagerado.
-Cameron, estás sangrando. -respondió el chico, imitando su tono de voz.
-Es solo sangre, la venda lo cubrirá.
-Iré a buscar algo para desinfectarte eso, luego iremos con Denise para que lo vuelva a coser.
Cameron solo asintió ligeramente, y Carl salió de la habitación.
El chico estaba bajando las escaleras de la casa de los Anderson, con intenciones de buscar algún botiquín para limpiar la herida de Cameron, hasta que vio como Ron entraba al garaje de la casa.
Él, confundido y curiosos, lo siguió de inmediato, entrando también, y cerrando la puerta detrás suyos.
-¿Está todo bien? -preguntó el ojiazul, mientras veía al pelirrojo recostado en una mesa del lugar, con la cabeza baja.
-Todos vamos a morir.
-No digas eso, Ron. Mi padre pensará en algo, siempre lo hace.
El chico volteó a ver al castaño, como si creyera que era una broma, y se acercó a él, con lágrimas en los ojos.
-Tu padre sólo hará que mueran más personas. Eso lo que él hace. Es quien es. Es un asesino.
-Tú padre también lo era.
Ron tenía lágrimas en los ojos, mientras mantenía su mirada baja.
-Estoy muerto, Carl. Mi mamá, mi hermano. Todos muertos.
-No digas eso, Ron. Sobreviviremos.
El pelirrojo pasó al lado del ojiazul, caminando hacia la puerta.
-Cameron morirá. Luego tú y tu padre. Todos morirán.
Carl volteó a ver al chico confundido, mientras escuchaba el seguro de la puerta cerrarse, y ver como Ron parecía sacar algo de su camisa.
Y vio el arma que le habían dado hace unos días.
El castaño de apresuró a lanzarse sobre Ron, intentando quitarle el arma.
Ambos forcejeaban, hasta que chocaron con un estante que había en el garaje.
Ambos chicos cayeron al suelo, Carl vio como Ron tomaba una pala que también que estaba tirada.
El castaño se apresuró a incorporarse, y observó como el chico intentaba golpearlo con la herramienta, pero él rápidamente lo esquivó, y de inmediato el sonido de la ventana rompiéndose se hizo presente, junto a los gruñidos de los caminantes.
-¿Carl? -se escuchó un grito afuera, era su papá.
-¿Ron?, ¿qué está pasando ahí? -siguió Jessie, mientras intentaban abrir la puerta, que el pelirrojo había cerrado con llave.
