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Cameron veía como el mayor de sus hermanos se colocaba el cigarro entre los labios, mientras le explicaba como se hacía.
El hombre inhaló el cigarro unos segundos, antes de soltar el humo, que la niña veía riendo.
—¿Entiendes? –preguntó el mayor, ella solo asintió.
Pero antes de que el hombre se lo entregara a la niña, la voz de Daryl se escuchó desde la prisión.
—¡Cameron!, ¡ven aquí! –llamó.
La niña rodó los ojos, yendo con su otro hermano, quien los observaba desde la puerta.
Merle iba detrás de ella, ya había apagado y tirado el cigarro.
—¿Quieres ir de expedición con Rick y Carl? –preguntó el arquero, la niña asintió de inmediato. —Ve por tus cosas.
Cameron fue corriendo a su celda, dejando a sus dos hermanos solos.
Daryl miraba mal al mayor.
—Hombre, ella debe aprender en algún momento, prefiero que lo haga frente a mí que a escondidas. –explicó, con diversión.
—¿Sabes lo difícil que es convencerlos de que te quedes?, ¿qué les voy a decir si te ven enseñándole a fumar a una niña de doce años?
—De nada. –respondió obvio. —Yo a su edad ya fumaba.
—Y mira lo jodido que estás. –acusó. —Si ella lo quiere hacer no me molesta, pero aún está pequeña, es solo una niña.
—Ya, entiendo, la cagué. No lo volveré a hacer. –aseguró el mayor. —Pero no me vuelvas a decir que estoy jodido, hermanito. ¿No está la familia de todos un poco jodida?
A los pocos minutos, Cameron había regresado, con su bolso y sus armas, junto a Carl.
La niña se acercó a sus hermanos.
—Hoy no podré ir contigo, así que cuídate. –pidió el arquero, hincándose para quedar a su altura.
—¿Si todo sale bien puedo seguir saliendo sola? –pidió la niña con emoción.
—Si todo sale bien, lo consideraré. –aseguró, sonriéndole a su hermanita.
La niña se despidió de sus dos hermanos, antes de subir al auto junto a Carl, Rick y Michonne iban en los asientos de adelante.
—Ya no es solo una niña. –susurró Merle, con algo de tristeza.
—Lo sé...
(...)
Cameron y Carl, junto a Rick y Michonne, miraban el pequeño pueblo con rareza.
Todo el alrededor tenía extraños palos incrustados, seguramente para atrapar a los caminantes que se acercaran.
