🌈 EPÍLOGO 🌈

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"Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón"

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"Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón"

-El Maravilloso Mago de Oz.

Y henos aquí, al final del largo camino amarillo.

Nunca pensé que realmente terminaría esta autobiografía. Nunca pensé llegar a escribir estas páginas, no de verdad, no en un momento, no ahora.

Durante los últimos meses entré en mis recuerdos y en mi vida como Dorothy en El Mago de Oz, todo empezó oscuro, triste, en blanco y negro, después hubo un huracán que se llevó todo a tierras remotas, y aterricé en una tierra colorida y preciosa, con compañeros asombrosos que me acompañaron durante todo el camino amarillo, Dorian, mi hombre de hojalata sin corazón, que tenía más corazón que ningún otro, Ofelia, mi espantapájaros sin cerebro que era la que más cerebro tenía, y Holden, mi león cobarde que resultó ser el más valiente. Y lo mejor es que ninguno actuó su papel en toda la obra, todos intercambiamos papeles, de pronto yo me sentía increíblemente cobarde, desalmada, o descerebrada, y lo mismo con ellos. Pasamos por muchas cosas, ciudades esmeraldas que resultaron ser ciudades como cualquier otras, ciudades de porcelana, brujas buenas y brujas malas, mentirosos, campos de flores que nos adormecieron, y aún después de todo eso, lo que buscábamos estaba en nosotros mismos, sólo no teníamos el tiempo, la confianza, el conocimiento o la seguridad suficiente como para notarlo. Y ahora choco mis zapatos de plata, o como en la película, rojos, y regreso a Kansas.

En este momento me encuentro en mi estudio escribiendo esto, le informé a Dorian y mis hijos que no me hablasen en unas horas, para concentrarme y encontrar la forma de darle un punto final a mi historia aún no finalizada. Estoy bebiendo té con un poco de alcohol, si soy honesta, no podría escribir esto estando sobria, apenas y puedo mover los dedos y las manos sin ponerme a llorar un poco de felicidad.

¿Qué puedo decir que no haya dicho ya? No queda ningún misterio real que resolver, la mayoría de los ciclos están cerrados pero quizá falta decorarlos un poco, arreglarlos, aclararlos, para que no cierren los ojos intentando enfocarlos:

Mi madre vivió con culpa por mucho tiempo, incluso iba a visitar a mi padre a prisión con demasiada frecuencia. Y tampoco es que yo viviese feliz de verla así o de saber que él estaba en prisión, no me sentí victoriosa, porque todo el proceso fue muy deshumanizante. Me acusaron de cosas que no era, señalaron cada paso incorrecto o correcto que alguna vez di para desacreditarme, y no se sintió bien. Lo peor es que yo estaba en un lugar privilegiado, yo había tenido este cierre, yo había saboreado la justicia, y aún así no se sentía como creía que debía sentirse, lo único por lo que me alegré realmente fue por tener a Dorian en mi vida, Aaron, Ofelia, Julian, Brianna, Maya, incluso Demian. Eso es lo único que me hacía sentir victoriosa.

Mi madre empezó su tratamiento contra el cáncer de mama justo después del juicio contra mi padre, yo la obligué a ir, pues ella no quería al principio. No se levantó de la cama en semanas, estaba demasiado deprimida por la condena de mi padre, pues sabía que se lo merecía, pero lo extrañaba de sobremanera. De igual forma, la decisión de iniciar su quimioterapia le salvó la vida durante 7 preciados años, falleció hace más de un año, lo que me entristeció bastante, pues antes de eso pude conocerla de verdad, como persona, no como madre, esposa o víctima; me contó sobre mi tía, y abuelos, y padre, y hermano. Y la cuidé lo mejor que pude, y fue lo suficiente durante el tiempo que Dios le prestó para ser todo lo feliz que podía ser dadas las circunstancias.

LOS PECADOS DE ANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora