CAPÍTULO 1

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Un curso nuevo y un chico nuevo.

Emma Walsh

— No puede ser... repetí en voz baja al darme cuenta de la hora que era.

Mierda. Siempre me hacían lo mismo, ¿Por qué nunca me despertaban las chicas? ¿O si lo habían hecho?

Mierda.

Si lo habían hecho.

No podemos dejar que Emma beba más, luego por las mañanas no hay quien la despierte. —dijo Morgan mientras me movía de un lado a otro para que me levantara.

Es absurdo, no se va a levantar, y lo sabéis.

Rain, que negativa eres. —dijo Hazel. —Morgan, prueba otra vez.

Chicas... dejadme, ya me voy a levantar, solo unos segundos más —les dije yo entre susurros. Tapándome la cara con la almohada.

Era cierto que ayer había bebido, pero no tanto como había dicho Morgan hacía un rato.

Me quedaban 20 minutos para coger el autobús que nos llevaba a la escuela. Por lo que no me quedó más remedio que coger el uniforme, una camisa blanca y una mini falda. Me lo puse lo más rápido que pude y me fui hacia el baño a peinarme y arreglarme un poco el pelo. Mi melena castaña se veía más oscura de lo normal, los rizos estaban totalmente revueltos por mi cara y como pude me lo dejé más o menos bien.

— Mierda, 10 minutos.

Cogí mi mochila, que por suerte Hazel nos recomendó hacer antes de salir a tomar algo, y mi móvil.
Me subí en el ascensor, recorrí la recepción y ahí estaban mis amigas esperando al bus.

— Hola chicas.

— Buenos días —dijo Rain —Al fin se levantó la princesa.

— Cállate, no sabes lo mal que he dormido. —susurré para que la gente que había a nuestro alrededor no me escuchara. —No puedo beber tanto.

— A ver, es que había que celebrar el último día de verano —dijo Morgan apoyándome.

— Veis, os lo dije. Morgan, eres la mejor —Me levanté del banco y abracé a mi amiga.

El autobús llegó y nos subimos en él. A pesar de que íbamos a una escuela que contaba con servicios de alojamiento, las residencias de los estudiantes estaban a unos 15 minutos en autobús. Aproveché el trayecto, para observar a mis amigas; Hazel, iba recostada sobre la ventana del autobús con todo el pelo rubio en la cara. No había cosa que más odiara que madrugar. Morgan, era todo lo contrario. Pura energía. Fuera la hora que fuera siempre estaba sonriendo, arreglada y preparada para todo lo que se lo pusiera por delante. A ella la habíamos conocido el año pasado, ya que sus padres la mandaron a estudiar a The Sagemont School, la escuela a la que íbamos, ya que tenía mucho más nivel que al que ella iba. Rain, que estaba sentada a mi lado, era mi mejor amiga desde pequeña y nos conocíamos desde siempre, ya que habíamos sido vecinas. No teníamos mucho en común, lo que hacía que nos complementáramos tan bien la una con la otra. Iba a preguntarle a Morgan, sobre las clases, cuando el interlocutor del autobús empezó a sonar anunciando la llegada:

"Próxima estación, The Sagemont School"

— Que poco echaba de menos este sitio —dije mirando a Rain, mientras bajábamos del autobús, con cara de asco.

— Venga que este es nuestro último año, no seas negativa. —dijo. —Aunque no te niego que yo también odio este sitio.

— ¿Rain y Emma quejándose de la escuela? —dijo Morgan.

Quererte sin quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora