Al final las sombras me cubren.
Erick Reed
Cuando llegué a la residencia, subí las escaleras hasta la planta 5, y me coloqué delante de la puerta 153.
Respiré.
Acerqué la mano a la puerta y di tres toques.
Una chica morena y bastante guapa abrió la puerta. Llevaba puesto un vestido de lentejuelas muy ceñido, parecía que se estaba arreglando.
— ¿Carol? —Pregunté con temor, por si esa no era Carol, la novia de James, y mis recuerdos me pasaban una mala jugada.
— Soy yo. —Dijo mirándome de arriba abajo. — ¿Y tú eres...?
— Carol... ¿Hay algún problema? —Dijo James dentro de la habitación, Carol se apartó de la puerta dejando un campo de visibilidad para que él me viera.
— ¡Erick Reed! —Dijo acercándose a mí. —Cuanto tiempo. —Me extendió la mano para que se la estrechara. —Pensaba que no nos volveríamos a ver, después de que rechazaras venir a la fiesta.
— Si bueno es que hubo unos... eh... problemillas y no pudimos...
— Da igual no te preocupes. —Dijo apoyándose en el marco de la puerta con una gran sonrisa, un tanto inquietante. —Si estás aquí es por algo, ¿No? —Levantó una ceja.
— La verdad es que sí.
— Pasa y lo hablamos.
— ¿Cómo? —Me preguntó Gress otra vez.
— James, el de la planta 5.
— De eso me he enterado, ¿Pero de que conoces tú a esos tíos? —Me preguntó mientras me probaba la quinta camiseta. — ¿Estás seguro de salir con ellos?
— Son buena gente. —Dije mientras me ponía una camiseta blanca y encima una chaqueta vaquera.
— Si quieres voy contigo. —Dijo mirándome con cara de preocupación.
— Tienes planes con Morgan y no eres mi niñera para estar siempre detrás de mí. —Dije recogiendo lo que había puesto de por medio. —Además, ya es hora de que salga un poco ¿no?
— Me quedaría más tranquilo si Emma...
— No, nada de Emma.
— Pero podría ir contigo.
— No.
— Erick.
— No. —Volví a decir. —Voy a estar bien.
— Porque eres mi amigo, sino no, no me fiaría de ti.
— Gracias. —Dije mientras salíamos los dos de la habitación.
— Ten cuidado, los universitarios están mal de la cabeza.
— Lo sé, mamá. —Le contesté alejándome hacia las escaleras.
Cuando dejé a Gress atrás, bajé y me fui hacía la entrada de la residencia a esperar allí a James y sus amigos. Iba a sentarme en uno de los bancos de fuera al ver que no venía nadie, cuando un coche negro paso por delante y me pitó.
— Vamos Reed. —Gritó James asomándose por la ventanilla del coche.
Me abrieron la puerta de atrás desde dentro y entré, en el coche iban James y Carol sentados delante y detrás una chica morena que me miraba curiosa.
— Ella es Amy, una amiga del colegio. —Me dijo Carol que se había girado para mirarme. —Vas muy mono Reed.
— Gracias. —Dije y sonreí.
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Quererte sin querer
RomanceEmma, soñaba con un amor de libros, donde la protagonista lo daba todo por el chico del que estaba enamorada. Pero se dio cuenta que en la realidad eso no existía, que no eran más que cuentos, que se le contaban a los niños para hacerles creer que e...